
Higüey. El Consejo de Regidores del municipio Higüey expresó su preocupación tras el anuncio del director distrital de Verón-Punta Cana, Ramón Antonio Ramírez, de poner fin de modo autónomo al acuerdo conocido como “pacto 50-50”, que establece la distribución equitativa de los ingresos por arbitrios generados en la zona turística.
Durante una rueda de prensa, los regidores calificaron la intrepidez como una violación al convenio firmado en 2013, que estipula que los ingresos obtenidos deben dividirse en partes iguales entre el Cabildo de Higüey y la Comité Distrital de Verón-Punta Cana.
Ramírez justificó su postura amparándose en la Ley 368-22 sobre Ordenamiento Territorial, Uso de Suelo y Asentamientos Humanos, que concede autonomía a los distritos municipales con más de 15,000 habitantes.
Según explicó, Verón-Punta Cana supera los 150 mil residentes, lo que, a su discernimiento, le otorga el derecho a tramitar de modo independiente sus bienes y planificación urbana.
El Consejo de Regidores de Higüey advirtió que esta ruptura podría portear consecuencias legales y administrativas, y llamó al diálogo para evitar conflictos mayores.
Encima, pidió la intervención de las autoridades competentes a fin de respaldar el respeto a los acuerdos institucionales y evitar impactos negativos en la población.
Este conflicto surge en medio del debate sobre la propuesta de convertir a Verón-Punta Cana en municipio, una iniciativa que ha generado fricciones entre ambas demarcaciones.
Mientras sectores de Verón-Punta Cana defienden que la zona cuenta con los bienes necesarios para sostener su autonomía, desde Higüey se alerta que una separación podría afectar hasta el 40% de su presupuesto, comprometiendo la ejecución de obras y servicios comunitarios.
Se prevé que en los próximos días se intensifiquen las conversaciones para alcanzar una posibilidad que preserve la estabilidad institucional y promueva un crecimiento amoldonado para ambas partes.
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