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Impulsada por la indigencia de ofrecer servicios más accesibles, eficientes y seguros a una población cada vez más conectada, la telemedicina ha reses un papel relevante adentro del sistema de lozanía dominicano.
Esta modalidad de atención médica a distancia sostuvo un crecimiento de forma acelerada a raíz de la pandemia por COVID-19al punto de convertirse en una útil fundamental para avecinar la atención médica a zonas rurales, grupos poblacionales con dificultades para comparecer a centros de lozanía, pacientes encamados o aquellos que necesitan un dictamen y no están dispuestos a agotar una marcha en dilación de una consulta presencial en alguna clínica u hospital.
Un estudio realizado por el Empleo de Lozanía Pública en el año 2023, indica que el uso de la telemedicina aumentó un 150 % durante y luego de la pandemia. En ese entonces, la proyección era que, para este 2025, rodeando del 70 % de los proveedores de lozanía en el país hubiesen acogido esta tecnología.
Para impulsar esta transformación, el ministro de Lozanía Pública, Víctor Atallahpresentó en agosto 2024 la Logística Franquista de Lozanía Digital 2024-2028, que sondeo blindar la infraestructura tecnológica, capacitar al personal médico y asegurar la protección de datos de los pacientesapoyándose en el uso de tecnologías de la información y herramientas digitales.
Esta organización, que cuenta con el apoyo del Cárcel Mundial, está alineada a la Dietario 2030 y al Plan Importante Franquista 2030, fue definida por Atallah como “un paso fundamental alrededor de la modernización y la eficiencia”.
De momento, se ha enfocado en un tesina piloto en 50 centros sanitarios de la instauración del “récord único“, un expediente digital con el historial clínico del paciente, lo que promueve la interoperabilidad desde cualquier punto geográfico.
Las ARS como motor de la telemedicina
Lás Administradoras de Riesgos de Lozanía (ARS) han sido protagonistas fundamentales en la expansión de la telemedicina en el país.
Varias ARS han incorporado plataformas digitales que permiten a sus afiliados hacer consultas médicas virtualesseguimiento de tratamientos y asesorías especializadas sin indigencia de desplazarse.
Estas herramientas no solo benefician a los usuarios con viejo comodidad y prontitud, sino que asimismo contribuyen a descongestionar los centros de lozanía y optimizar el uso de los bienes médicos.
“Ya teníamos el servicio, pero fue fortalecido post Covid”, afirmó Albania Pérez, directora de Comunicaciones de Primera ARSal ser consultada sobre esta facilidad para los afiliados, quienes pueden ingresar tanto desde la página web, como hacer la solicitud por WhatsApp a través de Pili, la asistente supuesto de la empresa en conjunción con Telemed.
En el caso de Ars universaleste servicio acondicionado 24 horas al día está respaldado por médicos de IDA Healthcare y ofrece consultas virtuales de: medicina interna, cuidados críticos, gerontología, cardiología no invasiva, endocrinología, neumología, radiología, psicología y psiquiatría a una tarifa de 350 pesos al mes por cada afiliado y/o dependientes.
En julio de 2020, el Seguro Franquista de Lozanía (Senasa) incorporó el servicio de consultas virtuales anejo a Farmacard/Medinet para ofrecer servicios vía telefónica o por videoconferencias, así como la adquisición de recetas electrónicas (e-recetas) en horario de 7:00 de la mañana a 7:00 de la incertidumbre.
A pesar de que la opción se mantiene vivo en la web de Senasaal hacer un deporte, Diario Expedito observó que el enlace para las videollamadasactualmente, está deshabilitado.
Los afiliados de Mapfre ars cuentan con “Doctor de audio“, que como indica su nombre, es un servicio telefónico donde reciben extras psicológico personalizado, seguimiento a sus enfermedades o tratamientos, así como asesorías en controles prenatales y consultas ginecológicas.
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En ARS Reservas, el servicio de telemedicina es exclusivo para los planes superiores.
Centros médicos privados como Cemdoe o Médico Xpress ofrecen servicios de teleconsultas solo para el radio de lozanía mental (psiquiatría y/o psicología).
Emprendiendo con la telemedicina
Liddy Kiaty Figueroa se autodefine como “médico de profesión y emprendedora por disposición”.
En el año 2012, esta doctora, médico genérico recién graduada y residente en La Romana, vivió una de las primeras experiencias de telemedicina en el país cuando visitó los bateyes Monte Cristi y 82 como parte de unas orientaciones que brindaba sobre atención primaria y los moradores le comentaron sobre la gran cantidad de pacientes, especialmente envejecientes y con enfermedades crónicas, que no podían desplazarse a un centro médico urbano.
“Esperábamos unos 18 pacientes que nos presentaron y terminamos atendiendo a más de 60”, recuerda sobre la experiencia que fue desarrollada gracias a un amigo experto en medicina interna, quien la ayudó a enarbolar los historiales clínicos de los pacientes, usando tarjetas de recarga para el internet, una laptop y la aplicación Skype que permitía la conexión con videos.
Eso sembró en ella una semilla que exploró tras conseguir una banda para la Escuela de Lozanía Pública de Harvard y otra para un software de telemedicina auspiciado por Google y la NASA.
“¡Qué visionarios llegamos a ser!”, expresó sobre la encantamiento de conectar comunidades rurales con especialistas cuando la pandemia por COVID-19 ni presentaba señales de asomo.
Al regresar al país, Kiaty sondeo un socio con el cual durante tres primaveras desarrollaron una aplicación para videoconferenciasque incluyera medios de cuota online y que mantuviera el historial médico del paciente en la cúmulo para ser pasado desde cualquier dispositivo. En esta ocasión no con fines altruistas como la experiencia en los bateyes, sino con estructura comercial.
La indigencia de una plataforma surgió cuando en una ocasión le solicitaron más de 20 certificados médicos vía WhatsApp y al no tener un espacio de trabajo formal, los pacientes no querían sufragar el costo indicado por el servicio.
Luego de constituir dos compañías y tras algunos tropiezos en el radio de los negocios, a inicio de 2025 y con una visión internacional para ofrecer servicios a la comunidad específico y de la diáspora, nace Morderuna empresa de telemedicina con planes individuales y corporativos, para que pacientes y empresas pueden obtener soluciones de lozanía online.
Sobre la credibilidad de una consulta en semirrecta contra al auscultamiento en un consultorio tradicional, la doctora Kiaty señaló que son muy confiables, ya que el 85 % del dictamen se realiza con la historia clínica del paciente y el 15 % restante con las manifestaciones que presenta.
Consultas comunes
Asimismo, destacó que el dolor de barriga, diarrea, migraña, solicitud de hemograma, coprológico, exámenes para enfermedades de transmisión sexual y pruebas PCR son el día a día en las teleconsultasque tienen un costo de 1,200 pesos y suele tomarse unos 30 minutos para un paciente de primera vez.
“Tu récord queda en semirrecta. Como paciente, puedes tolerar tu historia clínica y polímero de vacunas a donde te muevas”, resaltó como una de las grandes ventajas de usar este servicio.
Entre las limitantes, citó el ejemplo de poder evaluar la presión al paciente u otras acciones que tal vez ameriten que sea referido a un experto de tercer nivel, dependiendo de las manifestaciones y los resultados de las analíticas.
“Los jóvenes aceptan más (las consultas virtuales). La multitud desmeritaba la telemedicinapero, con la pandemia notaron que ya no importa si el doctor me pone la mano o no, los resultados (de pruebas de laboratorio) van a dar la orientación y el tratamiento”, afirmó.
“Esa ha sido la subsistencia más bonita. Cada día la multitud tiene menos tiempo y una vida más complicada, eso convierte a la telemedicina en una piedra angular. La inteligencia industrial, con sus diagnósticos certeros, complementa la parte humana y llegó para acortar distancia”, concluyó.
