
Desde que llegan los últimos días del mes de mayo la vida del dramaturgo y primer actor Franklin Domínguez se llena de expectativas. Pues se acerca su cumpleaños y como siempre le gusta celebrarlo próximo a los suyos, con pastel, invitación y la entrevista de algunos amigos.
Este jueves, Franklin está soplando velitas y festejando 94 primaveras de permanencia, sin deber perdido el buen humor y la alegría, en medio de una enfermedad que lo mantiene postrado en cama, desde hace siete primaveras.
El conocido primer actor fue diagnosticado con cáncer de próstata en 2014, y desde el 2018 tiene metástasis ósea, con una rotura del fémur, que lo ha obligado a permanecer en cama.
Encima el covid lo ha afectado en dos ocasiones, con secuelas que lo obligan a usar oxígeno permanente. “¿Y es que la crimen no vendrá a buscarme?”, “¿Y es que yo no me voy a expirar?”, le dice con frecuencia y a guisa de broma el cómico a su nieta Carolina (Francisca Margarín), con quien reside próximo a su yerno Junior Alexander Castro y al pequeño hijo de entreambos.
En este hogar Franklin recibe todas los cuidados que necesita de parte de su nieta, a quien él con un inclinación desbordante le candela “ma” y Carolina todavía le asegura a él por “pa”.
“Interiormente de su condición “pa” está admisiblemente. Él conoce a todos los vivimos con él en la casa. Si algún amigo le viene a inspeccionar, le pregunta qué dónde se había metido. Cuando desea engullir poco lo pide, como el helado, el café… Pero lo que más le gusta es escuchar música”, refiere.
Su cómico favorita es la argentina Soltura Lamarque. Una de sus canciones favoritas es “A mi guisa”, en la traducción del gachupin Raphael.
“De hecho escribió una obra de teatro inspirada en esa canción. Interiormente de las cosas que nos exige es que no subamos la voz, en casa hay que musitar con educación porque no le gusta que se grite ni se digan palabrotas”, revela su nieta.
Su embajador
Domínguez es poseedor de uno de los legados teatrales más vastos de la civilización dominicana, con más de cien obras escritas para teatro, entre ellas llevadas al cine y presentadas en grandes teatros internacionales, siendo traducidas al inglés, francés, chino y ruso.
Su producción dramática es rico y alpargata la comedia, la tragedia, la sátira política, el teatro de niño, la ópera, la comedia musical y el drama común.
En 2023, durante una de sus últimas entrevistas, sentado en sillas de ruedas, nos confesó: “El teatro es mi vida, encontré en el teatro una pasión inexplicable, a pesar de que siempre me desarrollé en otros trabajos”.
Su musa fue la actriz Monina Solá a quien candela una gran hermana y amiga. “Monina y yo fuimos más que tribu. Ella y yo trabajamos juntos todo el tiempo. Yo lamenté no poder asistir a su sepelio”. Franklin Domínguez fue un pilar del teatro y auspiciador de grandes actores y actrices que hoy conforman el teatro dominicano. Es una gusto del arte dominicano y el gran dramaturgo del país.
Domínguez fue director de Bellas Artes, hasta el 2015, ejerciendo esta función en tres ocasiones, en su lozanía fue director de Información y Prensa de la Presidencia de la República Dominicana bajo cinco presidentes profesor Juan Bosch, 1963; presidente José Rafael Molina Ureña, coronel Francisco Caamaño Deñó, 1965; el presidente Héctor García Godoy, 1966 y Antonio Guzmán Fernández, 1978.
Al teatro llega de la mano de su hermano Héctor Domínguez, quien era actor, y estudia en la Escuela Doméstico de Bellas Artes, llegando a ser actor, director, adiestrado y productor, es considerado como una epígrafe viva del teatro dominicano.
Domínguez, quien encima se graduó en derecho, nació en el 1931 en Santiago, es miembro de número de la Entidad Dominicana de la Lenguaje y gracias a su talento cultivó una carrera en el arte convirtiéndose en uno de los artistas más prolíficos en su campo.
Domínguez formó parte de la primera concepción de graduandos de la Escuela de Bellas Artes, donde todavía compartió con Mayor Avilés Bolillo bajo la dirección del profesor Emilio Aparicio.
Sus obras han sido presentadas en Francia, Canadá, Bélgica, México, Portugal, España, Argentina, Colombia, Estado Unidos, China y Pimiento, entre otros tantos países.
De igual guisa, todavía viajó por el mundo dando a conocer el teatro dominicano en conferencias y otras actividades teatrales.