
Susana Gautreau. Foto/ Yhohan Castillo
La comunicadora y exviceministra de Energía y Minas, Susana Gautreau, defendió el uso del foam con aditivos biodegradables como una alternativa sostenible, ya en experiencia en República Dominicana. Advirtió que la campaña “Dale Bandada al Foam”, respaldada por actores internacionales y con la Unión Europea al frente, amenaza con desarticular una industria estratégica sin considerar criterios económicos ni técnicos adaptados a la verdad franquista.
Gautreau subrayó que el foam, o poliestireno expandido, fue secreto durante la pandemia al mantenerse como uno de los pocos productos industriales con capacidad de exportación activa. “¿Por qué no celebramos el aporte de la industria del plástico?”, cuestionó, al tiempo que destacó que muchas empresas nacionales ya incorporan aditivos biodegradables que cumplen con normas internacionales como ASTM D5511 y D6691, demostrando su descomposición en ambientes marinos y vertederos en un plazo inferior a tres abriles.
La comunicadora rechazó que se impongan soluciones de origen vegetal que requieren infraestructura inexistente en el país, como plantas de compostaje, lo cual incrementaría el costo de producción, transporte y comercialización.
“Esas soluciones son más densas, necesitan químicos y crearían nuevas cadenas logísticas que hoy no tenemos”, argumentó. Afirmó que adoptar sin acondicionamiento modelos foráneos podría subir productos de primera carencia y afectar a los sectores más vulnerables.
Gautreau asimismo recordó que los aditivos biodegradables han sido sometidos a estudios rigurosos, incluyendo ensayos en laboratorio y estudios doble ciego, y que su aplicación ya es una verdad en otras economías.
“Esta discusión debe estar basada en ciencia, no en presión externa ni agendas sin consenso”, puntualizó.
Finalmente, hizo un llamado a la consejo sobre el impacto social y financiero de decisiones ambientales sin transición ni diálogo.
“República Dominicana necesita soluciones pensadas desde su contexto. No podemos aceptar imposiciones que ni siquiera cumplen los países que las promueven”, concluyó.