
Santo Domingo. – De un total de 14 fallas sísmicamente activas que atraviesan la Isla Española, 12 de ellas tienen potencial para producir moderados temblores de tierra que pueden asustar a la población, pero no pueden producir graves daños estructurales por ser fracturas de la corteza terreno de corta extensión longitudinal.
Sin requisa, existen dos fallas casi paralelas, que se extienden por 3 mil kilómetros de distancia en dirección oeste-este, una localizada en aguas marinas al boreal de la isla, y la otra es la denominada equivocación Enriquillo-Plantain Garden, la que atraviesa territorios terrestres de Jamaica, Puerto Príncipe, Jimaní, Duvergé y Barahona, las que sí representan stop peligro de destrucción.
Los eventos sísmicos no tienen horas ni días específicos para ocurrir, sí se sabe que este país figura como el segundo a nivel mundial en cuanto a terremotos mortíferos, a raíz del terremoto en Haití en enero del 2010.
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El geólogo Osiris de Arrogante hizo una radiografía de las fallas tectónicas que pueden destruir o no el país al liberar la energía elástica acumulada, y la hizo al tratar el tema sobre “Amenazas sísmicas y vulnerabilidades estructurales en la Isla Española, como parte de la conferencia importante “Navegando en el Peligro: Tsunamis, Terremotos y Huracanes”.
Al referirse a las doce fallas de poco potencial sísmico, dijo que estas acumulan poca energía elástica que deriva en sismos de moderada a pequeña magnitud, usualmente por debajo de 5 en la escalera de Richter, lo que se debe a que corren en el interior del país insular, y no se extienden más allá.
Las más peligrosas
No obstante, planteó que las dos largas fallas sub paralelas, que se extienden por espacio de casi 3 mil kilómetros en dirección oeste a este, una de las cuales pasa inmediatamente al boreal de la isla La Española, en aguas del océano Atlántico, siendo la franja de contacto de subducción entre la placa tectónica de Norteamérica y la tectónica del Caribe, ha sido responsable de la destrucción de Santiago y La Vega en diciembre de 1562.
“Igualmente fue causante de la destrucción de Mango Haitiano, en mayo de 1842, y de la destrucción de Matanzas, en agosto de 1946, donde un poderoso tsunami barrió todas las viviendas costeras, destacando, el doble en geo ciencias, sismicidad y prevención de desastres, que las destrucciones sísmicas siempre se producen sobre suelos flexibles, es aseverar, suelos blandos”, citó.
La segunda equivocación poderosa y peligrosa, según Osiris de Arrogante, es la denominada Enriquillo-Plantain Garden, la que atraviesa los territorios terrestres de Jamaica, Puerto Príncipe, Jimaní, Duvergé y Barahona, pero que desde Barahona corre alrededor de el este por el fondo del mar Caribe, pasando al sur de Azua, de Baní, de Santo Domingo, de La Romana, de Punta Cana y de Puerto Rico, siendo responsable de las destrucciones de Puerto Príncipe, Azua, y comunidades del sur de Puerto Rico.
Dijo que esas destrucciones sísmicas todavía han estado concentradas en áreas de suelos blandos, mientras las estructuras levantadas sobre rocas rígidas han permanecido intactas, y esa es la razón por la cual la ciudad Colonial de Santo Domingo se mantiene intacta 500 primaveras luego de su construcción en pulvínulo a bloques de rocas calizas unidos por argamasa simple, y sin hoja de refuerzo, mientras las ciudades coloniales de Santiago y La Vega desaparecieron destruidas por el terremoto de 1562.
Consideración sobre colapso del Jet Set.
Osiris de Arrogante plantea que el hecho de que la envejecida estructura del Jet Set haya colapsado sin que ocurriera un gran terremoto debe servir para reflexionar, para establecer y para dotar a una institución estatal de la venia para revisar, detalladamente, cada 2 primaveras, la integridad estructural de aquellas edificaciones que ya han cumplido 30 primaveras de exposición al salitre costero que oxida, corroe y debilita el hoja.
Igualmente las expuestas a la tempestad ácida que genera carbonatación y debilidad del hormigón; y que todavía sufren daños por las vibraciones sísmicas moderadas y por las vibraciones del tránsito pesado, las cuales generan microfisuras internas y debilidad de un hormigón que se expande con las altas temperaturas del día, y se contrae y se torna más indefenso con las bajas temperaturas de la amanecer.
“Ese debilidad por envejecimiento y exposición a los agentes ambientales, sumado al agrietamiento, puede derivar en grandes impactos sísmicos sobre nuestras viejas estructuras, especialmente si el terremoto ocurre en horas de la amanecer cuando las microfisuras están más abiertas y provocan que las viejas estructuras sean menos resistentes”, añadió el habituado.