
Oscuro Stagnaro, director de la serie argentina ‘El Eternauta’, que encabeza las listas de Netflix en decenas de países y mantiene intacta la idea de la novelística gráfica homónima de un “héroe colectivo”, expresó en una entrevista con EFE que siempre estará “contra el individualismo” y reveló que ya está trabajando en la segunda temporada.
“La idea del héroe colectivo es poco que está impregnado en ‘El Eternauta’ desde siempre y en definitiva siento que es una idea universal y que trasciende una época específica”dijo a EFE Stagnaro.
“Y creo que es una buena idea, yo siempre voy a estar del flanco de enfrente del individualismo”, agregó”.
La icónica novelística gráfica argentina ‘El Eternauta’, creada por Héctor Germán Oesterheld en 1957 e ilustrada por Francisco Solano López, marcó un hito en la ciencia ficción en castellano y fue traducida en seis idiomas.
Su primera acomodo audiovisual, estrenada la semana pasada en Netflix, se convirtió en otro éxito internacional, y Stagnaro reveló que ya están trabajando en una segunda temporada, que, según adelantó, tendrá dos partes.
La historia narra una hacienda argentina azotada por una nevisca tóxica que aniquila a gran parte de la población, tras lo cual los sobrevivientes descubren que enfrentan una invasión extraterrestre y solo podrán mantenerse vivos si luchan juntos.
La realización de la serie, describe su director, llevó en total siete primaveras e implicó más de 150 días de rodaje, tecnología de escaneo 3D y producción imaginario para deleitar los escenarios apocalípticos.
“Lo que más me llamó la atención es que a los dos días del estreno empecé a ver descomposición de la serie de países de culturas completamente diversas que intentaban explicar los aspectos más complejos de la trama, los que tienen que ver con Argentina”, reconoció el cineasta, que explicó la razonamiento detrás de la inclusión de decenas de referencias a la civilización de su país.
“En empleo de intentar conseguir una universalidad en el relato a partir de esconder los vestigios de nuestra civilización, irradiarlos. Tratar de arribar a esa universalidad proyectando la aldea”, comentó, y subrayó adicionalmente que siempre le pareció interesante “la idea de construir una mitología heroica argentina”.
Desafíos de la acomodo
Consultado sobre el trabajo de acomodo al formato audiovisual de una mítica novelística gráfica escrita hace casi 70 primaveras, Stagnaro reconoció que enfrentó numerosos desafíos.
Uno de ellos fue el artículos, ya que se trató de su primera experiencia en la ciencia ficción.
Tal vez la valor más importante que tomó fue la de traer la historia al tiempo presente: “Sentí que era lo deductivo para que la obra siguiera generando el impacto que generó en su momento”.
Otra determinación esencia fue que Ricardo Darín, de 68 primaveras, interpretara a Juan Excepto, el protagonista de la historia y que en la interpretación diferente es un hombre pipiolo.
“Me parecía que nos estábamos metiendo en un lupanar (lío) con un protagonista que estuviera cerca de los 60 primaveras, por la destreza física que necesitaba”, confesó el director, que sin confiscación cambió de opinión cuando se dio cuenta de que la época del actor correspondía a la de un excombatiente de la enfrentamiento de Malvinas (1982).
“Fue una posibilidad para la cercanía que necesitaban los personajes con el mundo de las armas y todavía pensé que esa herida que tenemos como sociedad podía otorgarle una segunda lección al personaje”, precisó.
Stagnaro vinculó todavía la época del protagonista con una de las frases más icónicas de la serie, “lo añejo funciona”, poco que en la serie se manifiesta a través de coches y dispositivos electrónicos antiguos, los únicos que funcionan tras la apocalíptica nevisca tóxica.
“Lo añejo funciona todavía a escalera humana, y es una respuesta a una civilización que tiende a descartarlo”, enfatizó.
El cineasta reconoció que le hubiera dolido que la serie fuera cuestionada por los aficionados de la historieta, y que se amparó en su afecto con destino a la obra -que leyó “un montón de veces en modo fanático”- para hacerle los cambios que consideró necesarios para serle fiel.
Stagnaro no tiene forma de aprender si a Oesterheld -secuestrado y desaparecido por la dictadura marcial argentina en 1977 pegado a sus cuatro hijas- le hubiera gustado su acomodo. Pero a su nieto Martín Oesterheld -uno de los pocos sobrevivientes de la comunidad y asesor creativo de la serie- le gustó y ya con eso, dijo, le alcanza.