

Carlos Manzano
Al igual que yo, de seguro que muchas personas estarán preguntándose el porqué, a pesar de suceder transcurrido ya más de un mes del siniestro ocurrido en la discoteca Jet Set, aún el Servicio Manifiesto ni siquiera se ha permitido inquirir a nadie, a pesar de suceder fallecido allí unos 233 ciudadanos que alegremente disfrutaban de una fiesta en ese extensión.
Haya o no culpables, exista o no intención criminal, surja o no algún tipo de responsabilidad, se suponga o no algún presagio de negligencia o imprudencia en el caso, el Servicio Manifiesto, debió suceder abordado ya, por lo menos, algunas de las acciones que conllevan una investigación seria y objetiva del caso, que pudieran despejar dudas en presencia de la población sobre las causas reales que ocasionaron ese trágico hecho.
No importa que el propietario de ese negocio se trate de una persona muy influyente en la sociedad dominicana, con mucha incidencia en los medios de comunicación, que sea muy cercana al gobierno, entendemos que la ley debe ser igual para todo el mundo, sin distinción ni privilegios.
En presencia de tanta indiferencia de los representantes del Servicio Manifiesto con el manejo del referido caso, cabría preguntarse entonces, ¿Qué hubiera ocurrido si el propietario del Jet Set fuera un dirigente del Partido de la Manumisión Dominicana (PLD)?
La verdad es que no hay que tener un coeficiente de inteligencia muy stop para describir el drama sensacionalista provocado por el Servicio Manifiesto en presencia de el hipotético caso de que se tratara de un peledeista el dueño del Jet Set.
Múltiples allanamientos con un despliegue de militares con armas de stop calibre, un cañoneo masivo y sistemático de publicidad en las primeras páginas de los diferentes medios de comunicación escritos, una proliferación de periodistas comprometidos con el oficialismo satanizando (día, tarde y perplejidad) a los eventuales responsables de ese fatídico hecho, 18 meses de prisión, como medida de coerción, al inculpado, y a todo aquel que pudiera tener algún nivel de décimo en la construcción, remoción o readecuación de dicho nave.
En fin, todo el repudio e indignación que ha causado en la población esa tragedia, se hubiese pretendido enrostrárselo al PLD, a los fines de seguir afectando la imagen de ese Partido, que no le ha sido suficiente al oficialismo con la abusiva persecución sumarial desatada en su contra, bajo el amparo de supuestos actos de corrupción.
Y no es que pretendamos que a los propietarios del Jet Set se les dé el mismo trato atropellante que a un peledeista, no, por el contrario, entendemos que, en este, como en todos los casos que maneja, y ha manejado el Servicio Manifiesto, debe siempre primar la prudencia, la agudeza, y, sobre todo, la neutralidad y el correcto proceso.
La neutralidad no debe ser tuerta, actuando con una venda para algunos casos, y con el ojo acertadamente extenso para otros. La ley es una para todos, sin privilegios ni discriminaciones. Y como dice un antiguo adagio: “La mujer del César no sólo debe ser seria…sino aparentarlo”.
Jpm-am
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