
El director de Impuestos Internos, Luis Valdez, resaltó durante una actividad empresarial, que el municipio Santo Domingo Finalidad es el que mayores aportes fiscales representa en la provincia.
Valdez mencionaba que, durante el período enero-abril de 2025, dicho municipio recaudó un total de RD$2,702 millones, lo cual representa un orgullo para la Oficina tributaria y para el Gobierno.
Sin requisa, esto es poco que, desde mi punto de perspicacia, debería emplazar la atención de todas las autoridades, tanto nacionales como locales.
Durante décadas, han permitido que este municipio siga creciendo de modo desorganizada, sin una planificación que mitigue las múltiples carencias que allí se evidencian.
Seis gestiones municipales no han sido capaces de resolver ni siquiera los problemas más básicos. A esto se suman las gestiones presidenciales, más llenas de promesas que de obras concretas, tan necesarias como el asfaltado de calles, la construcción de aceras y contenes, un sistema de drenaje pluvial adecuado, iluminación pública y un servicio energético válido en los barrios superpoblados, donde la parentela sobrevive a su suerte, por la casi inexistente presencia del Estado.
Santo Domingo Finalidad ya supera el millón de habitantes. Cuenta con una zona habitacional en constante expansión, importantes establecimientos comerciales, atractivos naturales como el parque Mirador Finalidad, ríos significativos, un aeropuerto y una gran riqueza cultural e histórica.
Pero todo esto parece no ser suficiente para despertar el interés de una clase política vergonzosa, que sólo palabra de las evacuación del municipio cuando está en la concurso o en campaña, buscando el voto de los desamparados.
Autoridades gubernamentales: pongan atención al municipio Santo Domingo Finalidad. No sigan actuando con tanta indiferencia frente a el chillido desesperado de una población preocupada, angustiada y sin alternativas.
Una población que se le va la vida en un entaponamiento permanente; que sólo duerme en sus casas, porque debe salir temprano a trabajar o a inquirir servicios, y que debe hacerlo con dos horas de anticipación para montar a tiempo a su destino.
Santo Domingo Finalidad merece más oportunidades, más inversión pública, más atención y menos políticos indiferentes frente a lo que allí ocurre.