
El portal oficial de información del Vaticano, Informativo del Vaticanoha calificado a los migrantes haitianos que viven en República Dominicana como “refugiados” y ha denunciado las condiciones de extrema vulnerabilidad en las que se encuentran, tanto en Haití como en división dominicano.
El artículo, firmado por la periodista Greta Giglio, asegura que en el país residen más de un millón de refugiados haitianos “cuya existencia está en aventura oportuno a la violación sistemática de sus derechos humanos básicos“.
El testificación central del reportaje corresponde a la hermana María Eugenia Vázquezmisionera scalabriniana radicada en Santo Domingo, quien expone las dificultades extremas que enfrentan las mujeres haitianas embarazadas: muchas optan por dar a luz en sus casas, sin socorro médica, por miedo a ser arrestadas y deportadas si acuden a un hospital.
“Desde el 21 de abril, el personal médico debe pedir documentos a los pacientes. Si se detecta que están en situación irregularse procede a su repatriación. La policía está presente en los hospitales”, explica la religiosa. Según sus datos, en un solo mes se reportaron más de 2,000 denuedo en centros de vitalidad, de los cuales al menos 200 eran mujeres embarazadas.
Medidas “antiinmigración”
El reportaje detalla que las deportaciones superaron las 150,000 personas en los primeros seis meses de 2025. La número se produce en el contexto de un endurecimiento de las políticas migratorias impulsadas por el presidente Luis Abinader, quien autorizó un paquete de 15 medidas el pasado 6 de abril, incluyendo el despliegue de 1,500 soldados adicionales en la frontera y sanciones para quienes colaboren con migrantes haitianos.
“Estas medidas han generado una ola de violencia generalizada. Se ha creado un movimiento ultranacionalista violentollamado Orden antiguoque identifica, ataca y persigue a haitianos y a quienes los ayudan”, advierte la hermana Eugenia.

“Caza al haitiano”
El referencia asimismo recoge el testificación de Situación Garbari, voluntario del Centro Montalvo –una ONG jesuita–, quien afirma que lo que ocurre en el país vecino “es una verdadera caza al haitiano“.
Según Garbari, los migrantes son arrestados en callesviviendas, hospitales y lugares de trabajo, sin importar si son adultos o menores de existencia, y luego son trasladados en camiones alrededor de centros de detención.
“Los encierran por tiempo indefinido, sin comida ni agua, en condiciones infrahumanas. Algunos son torturados, otros no sobreviven. Y mientras tanto, el Estado dominicano explota su mano de obra en las plantaciones”, denuncia el voluntario.
Ayuda de la Iglesia
Frente a este panorama, Informativo del Vaticano destaca el papel de organizaciones religiosas como las Hermanas Scalabrinianas y el Centro Montalvoque ofrecen comida, agua y atención médica a los deportados y a las embarazadas que no pueden personarse a los hospitales.
“El pueblo haitiano sigue teniendo esperanza en el corazón de las madres que cruzan valientemente las fronteras”, concluye la hermana Eugenia. “La hospitalidad y la fraternidad son nuestro apoyo mutuo”.
El enfoque del Vaticano
Al usar el término refugiados para referirse a los migrantes haitianos en República Dominicana, Informativo del Vaticano –como ayuda comunicacional de la Santa Sede– entiende de facto la condición de desplazamiento forzoso, amparada por principios del derecho internacional humanitario.