

El autor es administrador financiero y contralor caudillo de la República. Reside en Santo Domingo
En tiempos de vaivenes o turbulencias económicas y financieras, conflagraciones bélicas, comportamiento mismo de la vida de los seres humanos y, los distintos modos de producción, no siempre éstos son uniformes o se dan perfectos en un momento cubo de la vida.
Esto así conveniente a que el mundo es diverso, a unos les va aceptablemente, otros regular y al resto mal, muchos dicen que delante Altísimo la salvación es individual.
Así se observa cómo a ciertos países les va aceptablemente, regular o mal delante un circunstancia de turbulencia o incertidumbre, algunos dirán que es producto de la buena suerte, de la zona geográfica que ocupan en la tierra o por la buena trámite con que administran los aspectos económicos, financieros, seguridad jurídica o la confianza que inspiran las autoridades gubernamentales que dirigen una nación en particular.
En el caso de la República Dominicana, se podría afirmar sin equívocos que la preferencia que genera este país delante los inversores o inversionistas extranjeros y locales no es cuestión de nigromancia sino de confianza, seguridad, honestidad, transparencia que irradian sus autoridades delante el resto del mundo.
Aspectos que le ha bienquisto la designación de un país que está de moda, que atrae a los extranjeros por su naturaleza misma, por su posición geográfica equidistante a la gran nación del meta y países de la región de Latinoamérica, un país no conflictivo, acogedor, en vía de alcanzar con su crecimiento crematístico sostenible el pleno empleo, el exposición crematístico deseado por todas las naciones del mundo.
Se advierte y los resultados así lo confirman que la República Dominicana a pesar de compartir una isla con la nación haitiana, país con problemas de toda índole, la República Dominicana, una tacita de oro, un diamante en proceso de pulir, en ruta de alcanzar sus metas, objetivos, visión y encomienda plena, internamente del concierto de naciones existentes.
Hoy la República Dominicana, es un país atractivo y recipiente de inversiones extranjeras directas (IED), lo que la hace un país potencialmente codiciable por su capacidad de gestar riqueza.
Al establecerse una posición geopolíticamente estratégica en América y específicamente en el Caribe, la nación dominicana despierta interés entre Estados Unidos de Norteamérica, Rusia, China, entre otras naciones, no menos importante, dada su riqueza en minas, su potencial agropecuario, turismo, tierra ubérrima, bajos costos de producción, especialmente costo de mano de obra directa bajo, fuego poderosamente la atención y el interés para hacer pingües negocios de todo tipo.
Inversión extranjera
Por todos esos atractivos de índole crematístico y financiero, la inversión extranjera directa (IED) ha ido en aumento cada año.
Conforme el Parcialidad Central de la República Dominicana, el ingreso por concepto de la señalada inversión en 2024 ascendió a los US$4,512.0 millones, superando los US$4,000 millones por tercer año consecutivo y permitiendo compensar con holgura el endeudamiento en cuenta corriente de la romana de pagos del indicado año.
Dicho récord histórico en inversión extranjera directa el pasado año reafirma a República Dominicana como un destino esencia para los inversionistas internacionales.
Todo lo precursor tiene su explicación conveniente al crecimiento crematístico sólido, a la estabilidad macroeconómica y el aumento continuo de la inversión extranjera, creando un entorno seguro para los inversionistas.
Asimismo por la entrada rentabilidad que ofrece el sector inmobiliario, el cual sigue en expansión, ofreciendo oportunidades con entrada plusvalía y atractivos retornos de inversión.
Además por los beneficios fiscales conveniente a las exenciones que facilitan las inversiones en propiedades turísticas y residenciales.
Y por la ubicación estratégica que tiene la República Dominicana ya que se encuentra en el corazón mismo del Caribe, con conexiones aéreas y marítimas que favorecen el comercio y la movilidad internacional.
La inversión extranjera directa (IED) aportó ingresos de divisas al país por US$1,362.7 millones de enero a marzo 2025, equivalente a un válido crecimiento de 7.1% frente a los US$1,272.1 millones del primer trimestre (T1) del 2024, proyectando un flujo de divisas por este concepto en torno a los US$4,700 millones para el año completo 2025.
La entidad emisora dominicana, proyecta que los principales generadores de divisas captarán ingresos por más de US$45,600 millones en el 2025, frente a los US$43,000 millones del año 2024, lo que consolida a la peculio doméstica como una de las más dinámicas de la región.
Se estima que el luces de esa signo estará impulsado por el turismo, las remesas, las exportaciones (zona franca y doméstico) y la inversión extranjera directa.
Sensato, este comportamiento de ingresos de divisas se debe a factores como la estabilidad macroeconómica, la confianza de los inversionistas propiciada por las políticas públicas, aplicadas por las actuales autoridades que encabeza el ciudadano presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, las cuales son orientadas a atraer hacienda y fomentar los sectores exportadores, pese al clima turbulento internacional imperante.
Es aseverar, si el gobierno no proporciona las condiciones favorables como: clima de seguridad jurídica, convivencia política y social estable, confianza, circunstancia de paz, democracia, respeto, honestidad, transparencia, integridad, combate contra la corrupción.
Así igualmente seguro de repatriación de dividendos y hacienda independiente de impuestos, tal como establece la ley de inversión extranjera núm. 16-95, que otorga y garantiza igualdad de trato entre los inversionistas nacionales y extranjeros.
Por igual, asegurando la misma protección jurídica sin discriminación alguna, de ausencia valdría que se tomen medidas monetarias y fiscales si no reinarán las condiciones políticas públicas que hoy prevalecen en el país.
Se puede aseverar, que la nación dominicana está bendecida por Altísimo, Todopoderoso, quien ilumina a las autoridades gubernamentales para proporcionar el estado de cosas que hoy se vive en la República Dominicana.
Frente a otras naciones el país vive uno de los mejores momentos de su historia, ya que cuenta con un dirigente líder, como lo es el presidente Luis Rodolfo Abinader Corona, que sin lisonjas es uno de los presidentes más honestos que ha ocupado el solio presidencial dominicano, tal como lo fue el difunto presidente, Ulises Francisco Espaillat Quiñones.
Felix.felixsantana.
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