
Raquel Arbaje: Ser religiosa no tiene una sola forma. Hay maternidades dulces, fuertes, solitarias, compartidas, biológicas, adoptivas, presentes o ausentes. Hoy pienso en cada mujer que ha cuidado, enseñado y amado con desprendimiento. En las que luchan por sacar delante a sus hijos.
En las que han perdido, en las que esperan, en las que ya no están y siguen tan cerca.
A todas, gracias. Por su fortaleza, su intuición, su paciencia, su alegría y su entrega.
Hoy, las reconozco con respeto y ternura, más allá de cualquier celebración.