
Las palabras del patrón Antonio Espaillatallí de consolar, llevan aún más dolor a las familias de los 232 fallecidos y los más de 180 heridos que estuvieron en el Jet Set aquella amarga alboreo del 8 de abril: al apuntalar que nunca se realizó una inspección estructural formal en los 30 abriles de operación del específico, está reconfirmando que la tragedia se pudo evitar de favor revisado ese techo.
Tarde, Espaillat da la cara diciendo lo que era evidente: nunca consideraron señales de alerta en la estructuraa pesar de las filtraciones recurrentes, de la impermeabilización periódica y del cambio continuo de los plafones.
Puede acertar: República Dominicana no resiste más muertes, ¡compórtate!
Aunque nones consideraron que el peso fuera un problema, no hay que ser un ingeniero para memorizar que el agua y el peso son factores que dañan la infraestructura. Todos debemos educarse esa terrible aviso a partir de ahora.
Esta tragedia no solo implica un tremendo dolor para los familiares y amigos de las 232 personas que murieron de forma macabra: dejó a la deriva a sus familias. Por ejemplo, más de 400 personas están en peligro de perder su cobertura de vitalidad en los próximos 60 días, porque dependían de cualquiera que estaba ahí. Son menores de antigüedad y personas mayores que se quedaron solos. ¿Qué pasará con ellos?