
Las inéditas votaciones para nominar a los jueces mexicanos son la culminación de una reforma muy polémica del Poder Legislativo que, para sus defensores, democratizará la neutralidad y, para sus detractores, la politizará. Guste o no, no tiene envés a detrás y el resultado de las elecciones del domingo afectará a todo aquel que viva o invierta en México.
De un sentenciador nacido de las urnas el domingo puede acatar desde la custodia de un hijo a la extradición de un gran narcotraficante pasando por la defensa de derechos y libertades individuales. Pero la complejidad de los comicios —al menos habrá seis boletas con decenas de nombres desconocidos— ha generado preocupación.
Aquí algunas claves para entender lo que está en selección.
¿Por qué es tan polémica esta votación?
Porque las nuevas leyes modificaron radicalmente cómo entrar a ser sentenciador y la carrera contencioso quedó sustituida por un sistema de voto popular que exige muchos menos requisitos a quien quiera postularse. Según el partido oficialista, Morena, esto evitará mucha de la corrupción y el privilegio que hay en la judicatura, pero sus críticos consideran que los jueces estarán politizados por lo que puede estar en peligro uno de los derechos básicos de cualquier democracia: el llegada a una neutralidad imparcial.
Algunos argumentos de estas inquietudes:
- Un juez no debe representar a la población sino solucionar sus conflictos. “Representa a la ley… a una norma y su aplicación”, dice Delicia Alcocer, directora de un colectivo que promueve la décimo social y experta en observación electoral.
- Las leyes que amparan el voto del domingo están muy cuestionadas porque se aprobaron de forma acelerada, no se cumplieron requisitos para la designación de candidatos, se redujo el número de aspirantes con sorteos o no se atendieron resoluciones judiciales que cuestionaban el proceso.
- Temor a que el crimen organizado pueda poner a sus propios candidatos porque hay aspirantes vinculados a investigaciones abiertas o que han defendido a conocidos delincuentes.
- Preocupa que los votos no se contarán en los lugares de transmisión, que es lo habitual, sino que se trasladarán a juntas distritales. En las mesas electorales sólo se elaborará un certificado con el número de boletas recibidas y el total de votantes.
¿Elegir el no voto?
En México, el voto no es obligatorio y no hay porcentaje insignificante de décimo para legalizar los comicios. Las estimaciones de distintos observadores y académicos oscilan entre el 5% y el 20% —en las últimas presidenciales fue del 61%— de los 100 millones de electores.
- El oficialismo intenta movilizar al mayor a sus bases (35 millones de mexicanos votaron por la flagrante presidenta) pero algunas personas que aseguran que van a ir sufragar, no tienen claro cómo hacerlo.
- Hay un desconocimiento generalizado de los candidatos —son unos 7.700 aspirantes para 2.600 puestos— y los partidos políticos no pueden promover a nadie. Sin secuestro, corren por las redes instructivos sobre a quién sufragar —cédula de X color, números Y y Z— que las autoridades electorales ya investigan.
- Las pistas: contiguo a cada uno de los aspirantes a jueces federales habrá unas siglas que indican si esa persona ha sido propuesto por el Poder Ejecutante, el Constituyente (entreambos del oficialismo) o el Legislativo (los críticos). Encima se eligen jueces locales en 19 estados.
- Algunos de los que cuestionan el sistema piensan que sufragar será un mal último para que los candidatos de Morena no se impongan, aunque los aspirantes avalados por el gobierno y el parlamento son más del doble que los de la judicatura.
- Los más críticos aseguran que no hay candidatos positivamente independientes legado que incluso los propuestos por el Poder Legislativo fueron finalmente elegidos por el Senado legado que los comités evaluadores no pudieron hacer su trabajo, denuncia la magistrada Maria Emilia Molina, presidenta de la Asociación Mexicana de Juzgadoras, que formó parte de uno de ellos. A su discernimiento, sufragar es legalizar la destrucción de uno de los tres poderes del Estado y destruir con una neutralidad imparcial.
¿Qué temas se juegan los mexicanos en estas elecciones?
Son muchos asuntos en selección, pero ha faltado “pedagogía de la neutralidad”, en palabras de Alcocer, la experta en procesos electorales. Y no todo el mundo es consciente de eso.
Se votará por jueces que tendrán que animarse sobre custodias de hijos o testamentos; por quienes se pronunciarán sobre feminicidios o violencia doméstica; sobre un despido improcedente, un extralimitación de autoridad o sobre discriminación por ser una persona indígena.
Más ejemplos: sentencias judiciales han permitido que los menores pudieran vacunarse frente a el COVID o que se hiciera pública información opacada por las autoridades.
Encima, se elige a los miembros de dos tribunales de inscripción repercusión:
- A todos los miembros (9) de la Suprema Corte de Neutralidad, que es donde cualquier ciudadano puede entrar como última instancia si sus derechos han sido violados. Esta Corte se ha pronunciado en temas tan trascendentales como la despenalización del malogro, el derecho a un medioambiente sano o cuando se ha condenado a personas inocentes. Sin secuestro, Rafael Estrada Michel, profesor de Derecho de varias universidades mexicanas, advierte que ahora la Corte verá establecido su poder para tomar decisiones que vayan más allá de la persona amparada y tengan mercadería generales.
- A algunos integrantes del tribunal electoral federal, que decidirá sobre próximas votaciones.
¿Afectan estas votaciones a la heredad mexicana?
Sí. Porque generan incertidumbre en medio de un animación ya impredecible y complicado desencadenado por las decisiones de la nueva empresa de Donald Trump. Pero, encima:
- Suponen un compra de más de 17 millones de dólares (según datos oficiales), una sigla muy elevada “en un país con un pie en la recesión”, alerta Alcocer, que denuncia que se hayan imprimido boletas incluso en los lugares en los que hay candidatos únicos.
- Estados Unidos y Canadá —principales socios de México— alertaron de que politizar la neutralidad podría ir contra los tratados regionales e incrementaría la inseguridad jurídica, lo que podría afectar a las inversiones. Una muestra: el peso mexicano cayó cuando se aprobó la reforma contencioso.
¿Mejorará la neutralidad y habrá menos corrupción?
Es difícil de asimilar. El gobierno dice que sí pero analistas y jueces lo dudan. Estas son las razones:
- Más del 90% de los delitos cometidos nunca llega a los tribunales, con lo que lo que todos los académicos y expertos coinciden en que lo cardinal para guerrear contra la impunidad es capacitar, levantar y acorazar el paso previo: las fiscalías y las policías.
- El domingo se votará por los cinco miembros del nuevo Tribunal Disciplinario y eso podría suponer contar con un mejor utensilio para sancionar irregularidades judiciales, porque el flagrante procedimiento es muy enrevesado. Pero preocupa que tenga un poder enorme y pueda politizarse. Según el universitario Estrada Michel, podría castigar a los jueces por “interpretar” las leyes, una actos habitual en Derecho.
¿Se vota a los jueces en otros países?
En ningún país del mundo se elige a todos los jueces por votación como se hará en México (parte en la convocatoria del domingo y el resto en 2027).
- En Estados Unidos, se vota por algunos jueces locales y el sistema funciona sin mayores problemas.
- En Bolivia, hace varios primaveras que se vota por ciertos magistrados pero en varias convocatorias los votos anulados y en blanco superaron los válidos.