
Residir en una vivienda propia, el combate de miles de jóvenes dominicanos.
Una persona que reciba el salario pequeño en una empresa conspicuo equivalente a RD$27,988.80, de acuerdo con la última revisión realizada por el Comité Franquista de Salarios, deberá racionar durante un promedio de cinco abriles un estimado del 20 % de su ingresos, es asegurar, RD$5,597.76 mensuales.
De esta forma, podría acumular RD$67,173.12 al año, si mantiene una constancia de peculio durante ese periodo, lograría reunir un total de RD$335,865.60.
Partiendo de este exploración, un individuo que mantenga ese ritmo de peculio podría conseguir a abonar el auténtico de una vivienda. Sin secuestro, los costos de los préstamos hipotecarios serían imposibles de admitir, ya que una vivienda de bajo costo está valorada en cinco millones de pesos, según la norma válido.
Al inicio de este año, la Dirección Normal de Impuestos Internos (DGII) anunció la aggiornamento de los montos exentos aplicables al impuesto al patrimonio inmobiliario (IPI) y el nuevo final para clasificar las viviendas de bajo costo, reflejando el ajuste por inflación correspondiente a 2025.
Según la entidad, el precio mayor de saldo de las viviendas desarrolladas por fideicomisos de bajo costo, incluyendo aquellas del esquema Ciudad Juan Bosch adquiridas mediante préstamos hipotecarios, es de RD$5,193,655.47. Este valía permitirá a los adquirientes optar por el bono vivienda y restar exentos del impuesto a la transferencia.
Lo antecedente abre una brecha para que los más jóvenes accedan a una vivienda digna lo que están pensando es expatriarse frente a las error de oportunidades. Según datos del estudio «El votante novato dominicano y su impacto en la consolidación de la democracia», el 59.4 % de los jóvenes dominicanos entre 26 y 30 abriles ha considerado o decidido expatriarse oportuno a la error de oportunidades laborales y a la desaparición de mejoras salariales.
El estudio realizado por la Asociación de Jóvenes Empresarios, el 47.8 % de los jóvenes devenga un salario inferior a RD$30,000, mientras que escasamente el 33 % percibe entre RD$30,001 y RD$135,000. Solo el 8.5 % apetencia por encima de RD$135,001.
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Situación de mercados
El economista Rafael Espinal explica que conseguir a una vivienda sigue siendo difícil porque la demanda es superior a la ofrecimiento, y el costo de la vivienda es muy suspensión para un quintil cuyos ingresos están por debajo del valía de la canasta general, lo que no permite difundir peculio suficiente para cubrir el auténtico ni las cuotas de financiamiento.
Adicionalmente, dadas las altas tasas de interés actuales, el costo financiero eleva los pagos mensuales y convierte los compromisos en cargas difíciles, muchas veces imposibles, de cumplir.
Señala que el llegada a programas como “Vivienda Eficaz”, que otorgan subsidios y bonos para bonificar a ese nivel de ingreso, se ve escaso porque la cantidad de solicitantes supera la capacidad de construcción de los proyectos privados o públicos existentes.
De su costado, la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas, indica que el llegada a la vivienda para los jóvenes en República Dominicana representa uno de los principales desafíos en materia de inclusión social.
«Muchos jóvenes, especialmente entre los 25 y 34 abriles, enfrentan barreras significativas para mercar su primera vivienda, oportuno a la informalidad profesional, la error de historial crediticio o la desaparición de peculio auténtico», señala el asociación que precisa que frente a esta existencia, el Gobierno dominicano ha implementado programas específicos como Mi Vivienda y Tribu Eficaz, liderados por el Ocupación de la Vivienda y Edificaciones (MIVED).
Explica que esas iniciativas están diseñadas para favorecer el llegada a una vivienda digna mediante subsidios, bonos para la primera vivienda, planes de financiamiento con tasas preferenciales y alianzas con promotores inmobiliarios. En uno y otro programas, se presta particular atención a los jóvenes y a las familias que buscan mercar su primera vivienda.
Según datos recientes del Censo Franquista y estimaciones de la Oficina Franquista de Estadística(ONE), más del 60 % de la población dominicana tiene menos de 35 abriles. Adentro de este segmento, una proporción considerable de jóvenes entre 25 y 34 abriles continúa residiendo en viviendas familiares, lo que evidencia una demanda insatisfecha de soluciones habitacionales adaptadas a sus evacuación y capacidades económicas, precisa.
«Desde ACOPROVI, valoramos los avances logrados a través de estas políticas, pero además destacamos la exigencia de continuar fortaleciendo la articulación entre el sector conocido y privado. Impulsar más alternativas accesibles, sostenibles y ajustadas a la existencia socioeconómica de los jóvenes es fundamental para respaldar su derecho a una vivienda propia» destacan al indicar que apuestan por soluciones habitacionales inclusivas, lo que califican como una inversión en el futuro del país.