
Antiguamente de la tragedia se reclamó al Gobierno proveer a la población servicios de sanidad mental como forma de precaver o disminuir altos niveles de intolerancia y violencia, pero ahora urge dispensar esa atención para poder aventajar la situación de depresión colectiva que causa ese infausto suceso.
No hay que ser un profesional de la conducta para comprobar que el dominicano no es el mismo desde la catástrofe acaecida el 8 de abril en la discoteca Jet Setque causó la homicidio de al menos 226 personas provenientes de familias de diferentes estratos sociales.
No es acomodaticio recuperarse de golpes tan fuertes que, como dijo el poeta, “abren zanjas oscuras en el rostro más fiero y en el cruz más válido” como la homicidio de 25 personas de una misma comunidad, de artistas, deportistas, banqueros, familias enteras, al punto que cada quien identifica a algún fallecido como amigo o pariente.
Se requiere de programas de sanidad mental para evitar que el sentimiento colectivo pase del profundo pesar a irreparable estado de pesimismo, al creer la población que aquí la vida no tiene remedio, que lo acaecido volverá a suceder, como ocurrió en San Cristóbal, en el túnel de la 27 o en cualquier día turbulento.
Sin concluir el eficaz de rescate y socorro en la discoteca Jet Set ya se advierte que el puente Francisco del Rosario Sánchez puede caerse, lo mismo que la sede sumarial del Centro de los Héroes y de otros muchos edificios públicos y privados que nunca han sido fiscalizados por las autoridades.
Depresión y pesimismo es combinación venenoso que inhabilitaría por mucho tiempo el optimismo ciudadano, que se alimenta de esperanza y confianza, por lo que el Gobierno debe desbrozar malezas de incertidumbre para que la población rebase este valle de lágrimas sin el temor de que, por inobservancia, caerá en otra irresoluto trágica.
Contra los estragos de la naturaleza no hay forma de pelear, sino de precaver, pero con el infortunio que involucra al hombre, es necesario esclarecer los hechos y contar la historia de tragedia con debida claridadsin estridencias, pero con objetividad, para que no se repita.
Lo aconsejable sería que el Empleo de Vigor y agencias relacionadas desplieguen un vasto software de promoción de sanidad mental para lo cual debería asistirse de juntas de vecinos, asociaciones, sindicatos, gremios profesionales y empresariales, clubes sociales, juntas de regantes y asociaciones de productores, porque esta ha sido una tragedia que ha dañado la núcleo social.