
Pedro Martínez fue víctima del desprecio y eso en gran medida influyó en su forma de ser en la parte auténtico de su carrera en las Grandes Ligas.
Hablando en el Podcast de Eduardo Sanz Lovatón, dijo que luego de apurar en las Ligas Menores, al principio no lo tomaban en cuenta.
Eso lo llevó a combatir por su espacio, y ahí nace el “Caza cabezas”, es aseverar, tirar pegado, sin importar caer a bateadores para aventajar respeto.
“En la zona de strike no permitía que nadie me robara mi espacio, yo lo despegaba”, relató Pedro.
“En cada salida yo me jugaba mi futuro, tenía que imponer mi ley, y al lograrlo, entonces tuve éxitos”, agregó.
Abrió su corazón
Durante la conversación, Pedro instó a los jóvenes a deshacerse del miedo como primer paso para alcanzar cualquier meta. “Cualquier cosa que quieran hacer en la vida, lo primero es deshacerse del miedo”, expresó el miembro del Salón de la Éxito del Béisbol.
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Éxito Vs fracaso
Martínez igualmente habló sobre la dualidad del éxito y el fracaso, recordando que, aunque hoy es admirado y agradecido como “Pedro el bueno” y “Pedro el mejor pitcher”, igualmente enfrentó derrotas a lo abundante de su carrera.
“Todo el que compite, en cualquier deporte, va a tener momentos de éxito, pero igualmente momentos de pérdida. Lo importante es cómo te levantas”, destacó.
El expelotero enfatizó que el fracaso es parte del camino y no debe ser temido.
“Todo el que es exitoso en cualquier dominio, en su momento falló. La diferencia está en cómo te recuperas, en decirte a ti mismo: ‘Yo fallé, pero lo di todo por ese colección, lo respeté’”, sostuvo.
Con estas declaraciones, Pedro Martínez no solo compartió parte de su experiencia personal, sino que igualmente dejó una valiosa enseñanza sobre la importancia de la perseverancia, el respeto y la mentalidad frente a los desafíos de la vida.
Claves de su carrera
Pedro dijo que odiaba perder.
Recordó aquel popular colección contra los Yankees, donde el dirigente Grady Little lo fue a sacar, él se negó y finalmente le dieron el palo.
“Eso me partió el corazón”.
Habló su amistad con Roger Clemens.
“Una vez Clemens me elogió, y yo le dije que lo imitaba en el patio de mi casa”, reveló Pedro.
Recordó lo valioso que fue Felipe Alou cuando lo dirigió con los Expos de Montreal.
“Cuando llegué desde los Dodgers, de inmediato me dijo que sería un atleta abridor regular, esa confianza me ayudó mucho”.