
Por Bellelyn Castillo
Durante un repaso realizado por el folleto digital El Pregonero en el Parque Independenciafue evidente el estado de desaliño y detrimento en el que se encuentra este importante espacio notorio, considerado uno de los símbolos históricos y culturales de la ciudad.
Las paredes están visiblemente sucias, enmohecidas, con huecos y hierro expuesto por la oxidación. El radio que alguna vez albergó cuadros informativos y bibliográficos, hoy luce completamente vacía, dando la sensación de que el tiempo y el descuido se han comisionado del circunstancia.
Para complementar la observación directa, El Pregonero recogió impresiones de varios transeúntes que frecuentan o han dejado de frecuentar el parque. A través de preguntas específicas, pudimos conocer su visión sobre la situación contemporáneo del parque.
Una mujer de aproximadamente 39 abriles comentó con desánimo: “El parque está en muy mal estado. Ayer venían y lo limpiaban, ya ni eso. Lo que antiguamente daba alegría examinar, y era un circunstancia alegórico de nuestra civilización, se ha convertido en un espacio ruinoso.»
Otro entrevistado, un hombre de unos 35 abriles, ofreció una visión un poco más jovial: “Están trabajando, hay arreglos en proceso, principalmente en las calles como Las Mercedes. Se ve movimiento, aunque aún errata mucho.»
Las opiniones recogidas giran en torno a cinco preguntas secreto:
• ¿Con qué frecuencia visitas el Parque Independencia?
• ¿Qué cambios has notado en los últimos abriles?
• ¿Qué zonas consideras más deterioradas?
• ¿Has dejado de usar el parque por su estado?
• ¿Qué te gustaría que restauraran primero?
Las respuestas revelan una mezcla de nostalgia, frustración y una débil esperanza de alivio. Para muchos ciudadanos, el Parque Independencia no es solo un espacio verde, sino un sitio cargado de historia que hoy no recibe el trato que merece.