
El excónsul de Haití y presidente Fundación Zile, Edwin Paraison I Foto: fuente externa
El excónsul de Haití en la República Dominicana, Edwin Paraison, pidió al gobierno del presidente Luis Abinader que se haga juntarse por organizaciones no gubernamentales que trabajan en la defensa de los derechos humanos, para que lo acompañen en la política de repatriación de indocumentados que está llevando a sitio.
Paraison calificó como común las críticas que está recibiendo la República Dominicana por parte de Indulto Internacional y el secretario caudillo de las Naciones Unidas, Antonio Guterres, por esas repatriaciones, entre ellas parturientas que están siendo sacadas de los hospitales públicos, porque esas quejas se están produciendo contra varias naciones en el mundo, como es el caso de los Estados Unidos.
Sostuvo que las ONG le han escrito a las autoridades gubernamentales que tienen que ver con el tema, donde le manifiestan su disponibilidad de apoyar en el transporte, en orientar a la comunidad haitiana, y a tales propósitos podría activo una mejor coordinación entre las entidades oficiales dominicanas y haitianas, e instituciones de la sociedad civil y las iglesias.
Entrevistado por Héctor Herrera Cabral, el presidente de la Fundación Zile (Isla) recordó que las iglesias tienen una gran sensibilidad por el aspecto humano, específicamente cuando se prostitución de repatriaciones de inmigrantes indocumentados, y siempre viven exigiendo que se les respete su dignidad humana.
En tal sentido, puso como ejemplo el caso del recién fallecido papa Francisco, quien ha sido uno de los jefes de Estado del Vaticano que más se ha preocupado por el tema migratorio, razón por la cual ha sido falsificado como el papa de los pobres y de los migrantes.
“Hay mucha documentación, en las redes sociales, los videos que se están difundiendo, las personas están firmando las intervenciones de las autoridades, y de quienes actúan a nombre del Estado, como es el caso de Mata Mosquito, donde se ve un nuevo conduciendo un equipo pesado que va destruyendo casas y se audición pedir perdón por destruir una iglesia, y dice que debe proteger ajuares del hogar como una refrigerador; todo eso está ahí. Por otra parte, están los informes de los grupos de Derechos Humanos”, detalló el religioso anglicano.
Insistió en que “las autoridades tienen que acercarse a esos grupos de derechos humanos, deben aceptar la colaboración que esas ONG pueden aportar; yo no creo que hay que ver a esas organizaciones como si fueran grupos opositores”.
“No, su trabajo es la vigilancia de los derechos humanos, que sean grupos dominicanos o internacionales; es lo que hacen en todos los países del mundo. Si tomamos el caso de los Estados Unidos ahora, Indulto Internacional ha denunciado la distribución de Donald Trump por todas las decisiones que está tomando con relación al tema migratorio, que está afectando a haitianos y dominicanos”, indicó Paraison.
Agregó que la contemporáneo política de Trump afecta a los hispanos y asiáticos, “pero esos grupos de derechos humanos no se han quedado callados, lo han denunciado, como han hecho con situaciones que pueden darse en la República Dominicana”.
“Lo importante es que haya una recepción, un cortejo de los grupos de derechos humanos en la implementación de las medidas contra la inmigración de indocumentados que recientemente implementó el presidente Luis Abinader”, recalcó.
Precisó que entre esas medidas hay que resaltar la creación de un Observatorio Migratorio, lo cual hay que apreciar, aunque desde la sociedad civil ya existe ese observatorio que es el OBMICA, que en los últimos diez o 15 primaveras ha estado produciendo informes, y el que ha creado recientemente el gobierno no puede representar sin contar con los grupos que han trabajado durante varios primaveras con ese tema.
Paraison estima en un millón la diáspora haitiana que vive en RD con recepción y hospitalidad
Cerca de de un millón de inmigrantes haitianos, entre los cuales se encuentran los descendientes que han nacido en el país, residen en la contemporaneidad en la República Dominicana, de acuerdo al presidente de la Fundación Zile, Edwin Paraison.
“Las estimaciones más razonables pueden afirmar que la comunidad haitiana en el país es de aproximadamente de un millón de personas; estamos hablando de inmigrantes haitianos y dominicanos de ascendencia haitiana. Ronda esa guarismo la diáspora haitiana en la República Dominicana”, insistió el ex cónsul de la vecina nación.
Asegura que esa diáspora vive en los barrios populares, en las zonas rurales, pero además están en los residenciales; es afirmar, viven en los distintos niveles sociales, con recepción y hospitalidad de los dominicanos.
“Se puede ir a cualquier extrarradio popular, eso me ha sucedido. Recientemente estuve buscando un amigo motoconchista que tuvo un incidente y quise ir a verlo. Cuando fui al extrarradio donde vive, estuve medio perdido, y quien me ayudó a averiguar su casa son dos dominicanos que lo conocen y lo quieren, porque es muy apreciado. Así es que nosotros comprendemos muy proporcionadamente esa ingenuidad”, destacó Paraison.
Insistió en que hay una buena convivencia entre sus compatriotas y los dominicanos, sin importar el extracto social al que pertenezcan.
Calificó a la Antigua Orden como un peña antiinmigrante más, como existen en cualquier otra parte del mundo.
“Igual que en España, que existe un peña similar, que se manifiesta contra los inmigrantes, y en ese país hay una presencia de dominicanos muy importante, entonces tú te encuentras con un peña igual, y yo no sé quién está copiando del otro; lo que debe preocupar es que se den manifestaciones xenofóbicas que puedan provocar confrontaciones”, advirtió.
Excónsul Haití explica razones por las cuales bandas haitianas no buscarán confrontación con RD
Edwin Paraison, presidente de la Fundación Zile, duda mucho que las bandas criminales de Haití pretendan tener algún tipo de confrontación con la República Dominicana, porque ese tema nunca ha estado en su discurso, y existen varias razones por las que no se animarán a tales despropósitos.
“Lo primero es que no he trillado en estos grupos terroristas, como proporcionadamente lo calificó el presidente Luis Abinader, ningún jerga agresivo ni ofensivo cerca de la República Dominicana”, explicó el excónsul haitiano.
Paraison recordó que una vez se convocó a una manifestación contra este país, por alguna valor que se había tomado aquí, y determinado perteneciente a una de las bandas hizo un llamado a la violencia en contra de los dominicanos que viven en Haití, y Jimmy Cheriezer, apodo Barbacue, abortó esa actividad bajo el argumento de la gran cantidad de haitianos que viven en República Dominicana, los cuales podrían sufrir una represalia decano.
“Sí se ha dicho que, de alguna guisa, se está utilizando la frontera para tomar armas y municiones, porque personas inescrupulosas, fuera de la ley, como varios oficiales de la Policía que guardan prisión por dicho trasiego, ellos no tienen interés de crearse una situación problemática con la República Dominicana, ya que todo esto demuestra que, de algún modo, cuentan con algunos aliados en la zona fronteriza”, razonó.
Insistió en que “esto podría indicar que en su discurso no tiene falta de ofensivo, ni agresivo contra este país”.
“Otro aspecto es que la República Dominicana tiene un gran armamento marcial que esos muchachos que integran esas bandas no lo tienen; ellos podrían ser violentos, pero no locos, por lo tanto, no tienen ningún tipo de interés para venir a enredar a la fuerza del orden aquí”, reiteró.
Sobre la posibilidad de que las bandas criminales que operan en Haití tomen el poder político de esa nación, Edwin Paraison dijo que eso va a obedecer de cómo va a reaccionar la comunidad internacional frente a esos grupos terroristas.
Coincidió con el historiador Bernardo Vega, quien favorece que “se contrate un ejército de mercenarios para enredar las bandas criminales en Haití, como hacen en otras naciones del mundo”, citando el caso específico de Rusia, que en su querella contra Ucrania utilizó al peña Wagner, que era dirigido por el fallecido Yevgeny Prigozhin”.