
La Estructura Mundial de la Sanidad informa que la nueva transformación del covid-19 sigue proliferando en EE. UU., aunque quizá no quede claro al comprobar los sitios web federales de monitoreo de este virus.
Conocida como NB.1.8.1, la transformación omicron ha sido rastreada en estados de todo EE. UU. tras una gran oleada en China, aunque, ahora mismo, la LP.8.1, descendiente de la JN.1, es la cepa dominante en el país.
“Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU. (CDC) son conscientes de los casos notificados de COVID-19 NB.1.8.1 en China y están en contacto regular con socios internacionales”, declaró un portavoz de los CDC a CBS News la semana pasada. Al parecer, señalaron que se habían notificado muy pocas secuencias estadounidenses para incluirlas en su página de monitoreo.
Pero, en Asia, ha provocado un aumento de las hospitalizaciones y las visitas a urgencias.
¿Qué es y dónde está NB.1.8.1?
NB.1.8.1 ha sido designada transformación del SARS-CoV-2 bajo vigilancia, con proporciones crecientes en todo el mundo, según la Estructura Mundial de la Sanidad. En la hogaño, la OMS realiza un seguimiento de seis variantes.
NB.1.8.1 está repartida por 22 países. En EE. UU., se ha localizado en Nueva York, California, Arizona, Ohio y Rhode Island, según los registros de los funcionarios sanitarios locales de Ginkgo Bioworks, socio de los CDC para las pruebas en aeropuertos.
Aunque el número sigue siendo bajo, la OMS señaló que se había producido un aumento significativo de su prevalencia entre finales de marzo y abril.
¿Qué sabemos de las infecciones relacionadas?
El aventura para la vigor pública que plantea esta transformación se categoriza como bajo a nivel mundial.
“A pesar del aumento simultáneo de casos y hospitalizaciones en algunos países en los que la transformación NB.1.8.1 está muy extendida, los datos actuales no indican que esta transformación provoque una enfermedad más profundo que otras variantes en circulación”, señaló la OMS.
Pero, aunque no sea especialmente profundo, puede infectar a las personas con más facilidad que las variantes anteriores. Hay indicios de que la transformación se adhiere más fuertemente a las células humanas.
“Los datos indican que la NB.1.8.1 no provoca una enfermedad más profundo en comparación con variantes anteriores, aunque parece tener una delantera de crecimiento, lo que sugiere que puede propagarse con más facilidad”, declaró esta semana a CBS News Subhash Verma, profesor de microbiología e inmunología de la Genio de Medicina de la Universidad de Cellisca en Reno. “En otras palabras, es más transmisible”, añadió.