

El autor es periodista.
Puede reafirmarse enfáticamente, sin temor a fosforescer exagerado, que hoy día la Contraloría Genérico de la República (CGR) es uno de los organismos luminosos de la dependencia pública, la cual en todas las épocas ha recibido acusaciones de ineficiencia.
Puntada con pasar revista su sede en los predios añejos del Empleo de Hacienda para comprobar que ese área oficial es otra fragancia y el movimiento de sus empleados tiene más seriedad y ordenamiento que lo apreciable en la universalismo de las oficinas gubernamentales.
Tómese en cuenta, de entrada, que es el cabo del Poder Ejecutor rector del control y la fiscalización interna de las recaudaciones y la inversión de los bienes públicos. Entre otras funciones, autoriza las órdenes de cuota, a veces millonarias, previa comprobación del cumplimiento de los trámites legales y administrativos, debiendo estar atenta a la protección de los beneficios, fondos o bienes públicos.
Se confirma que está trabajando por el vademécum, como dice el refrán popular, cuando se hurga en su manipular contemporáneo, cargado de pasos firmes y positivos que la acerca a lo que verdaderamente es un monstruo fiscalizador estatal.
Hechos palpables, sin rodeos ni adornos innecesarios, son los siguientes:

En estos momentos cuenta con más de 950 auditores agrupados en distintas unidades que desarrollan el software anual de auditorías desplazándose por las instituciones gubernamentales y practicando revisiones que conllevan de 3 a 4 meses cada una.
Adicional a ese desplazamiento, en la ahora la CGR tiene debidamente instaladas (in situ podría decirse) en torno a de 275 unidades de Auditoría Interna (UAIS) en igual número de instituciones públicas, siendo la meta alcanzar las 350 en este año.
Cuenta con la Escuela Doméstico de Control Interno, que no solo ofrece capacitación al personal de la Contraloría, sino todavía al de las direcciones administrativas y financieras (DAF) de cada de las instituciones del gobierno central. Por añadidura, muchos de sus servidores participan en diplomados, postgrados y maestrías en universidades nacionales e internacionales.
En los últimos dos primaveras la CGR realizó 206 auditorías, lo cual evidencia intenso tren de trabajo y la proyecta como uno de los organismos más laboriosos, contando ahora con veterano respeto y primando en el conglomerado oficial el interés de evitar sus objeciones y, en cambio, de percibir aprobaciones.
Abastraído de discusiones
Vale la pena advertir que la Contraloría solo es un organismo fiscalizador -cauto y sobrio-, lejano de las discusiones públicas, que cuando hace auditorías y detecta irregularidades graves, las acusaciones legales que correspondan son competencia de otros estamentos, como la Dirección Genérico de Ética e Integridad Ministerial, la Procuraduría Especializada de Persecución de la Corrupción Administrativa y el Empleo Sabido.
Ha tenido que expandir sus empleados a otros espacios, pero la contemporáneo gobierno del Presidente Luis Abinader evalúa la posibilidad de dotarla de una estructura física más ilustre en la que pueda uniformar a todo su personal.
Todas las señales indican que desde la designación en su lugar de honor del titulado Félix Santana García por el Presidente Luis Abinader el 23 de enero del 2024, arrancó un proceso de renovación que obliga a murmurar de nueva Contraloría Genérico.
El sábado 3 de mayo final cumplió 96 primaveras de fundada y pronto tendrá nueva ley orgánica, que modificará la contemporáneo número 10-07 y su reglamento 491-07, a la luz de los cambios operados en la dependencia Abinader.
josepimentelmunoz@hotmail.com
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