La diputada Altagracia de los Santos, del Partido Revolucionario Nuevo (PRM), ha propuesto la creación del Profesión del Hombre. Y no, no es una exageración ni una parodia política. La propuesta contempla una institución con rango ministerial, con oficinas provinciales, autonomía eficaz, viceministerios y la conducción de un profesional en vitalidad mental.

En principio, nadie podría estar en contra de la vitalidad mental o de la prevención de la violencia. Pero la pregunta de fondo es: ¿por qué crear toda una estructura ministerial para un comunidad históricamente privilegiado, mientras las iniciativas para educar en equidad o proteger a quienes sí están en maduro aventura son ignoradas, minimizadas o incluso desechadas?

Y mientras tanto, las cifras siguen hablando por sí solas:

-En RD, una mujer es asesinada cada 48 horas por razones de mercaderías. De acuerdo con los datos de la Oficina Franquista de Estadísticas (ONE) en el 2024 los días: domingo, sábado y lunes en horario de 6:00 p.m. a 5:59 a.m, fueron los de maduro incidencia de este tipo de casos en el 2024, por si las dudas.

-Más del 70% de las mujeres ha sufrido violencia física, emocional o sexual (ENDESA 2019).

-La pobreza tiene rostro de mujer. Representaron el 55.8 % de las personas en situación de pobreza extrema en el país,  según el Crónica Franquista sobre la Situación de las Mujeres en la República Dominicana, primoroso por la CEPAL, (2024).

-La brecha salarial entre hombres y mujeres persiste, y la representación femenina en cargos de poder es mínima,  aunque el 21 % de las mujeres ocupadas son graduadas universitarias, frente al 9 % de los hombres,  ellas enfrentan mayores tasas de desempleo y subempleo.

-Aunque hemos renovador (gracias a las iniciativas enfocadas a la educación y prevención), el índice de estorbo adolescente sigue entre los más altos de América Latina.

-Jefas de hogar. El 53% de los hogares en RD está liderado por mujeres, la mayoría solteras, según el X Censo Franquista de Población y Vivienda de la República Dominicana de la Oficina Franquista de Estadística (ONE).

-Mortalidad materna. En República Dominicana, por cada 100,000 nacidos vivos  mueren 77 mujeres al dar vida (casi el doble del promedio regional). El 80% de estas muertes son prevenibles. Fuente: Observatorio del Centro de Investigación para la Movimiento Femenina (CIPAF) a partir de cifras oficiales.

Sin actitud alguno de atacar o restar importancia a los desafíos que enfrentan culturalmente los hombres en una sociedad machista, reconozco que sí,  es cierto que los hombres igualmente necesitan atención emocional. Y sí, hay muchos que enfrentan presiones sociales enormes que los alejan del autocuidado, de la expresión emocional o de vínculos sanos.

El machismo igualmente daña a los hombres: les enseña que plañir es amor, que la violencia es una forma válida de resolver conflictos, que proveer es su única función, que pedir ayuda los hace menos hombres. Esta existencia debe ser atendida con emergencia. Pero eso no justifica crear un empleo separado, especialmente si eso significa desviar medios y atención de los esfuerzos por educar en equidad y proteger a quienes más lo necesitan.

No obstante, la  opción no es más burocracia, sino más ecuanimidad. Si de verdad se quiere organizar la violencia de mercaderías, incluidos los feminicidios se necesita una desafío profunda y sostenida por la educación con enfoque de mercaderías, por el fortalecimiento del sistema de ecuanimidad, y por políticas públicas que no teman incomodar a quienes desean perpetuar privilegios.

En este contexto, la creación de un “Profesión del Hombre” suena más a distracción y desconocimiento que a opción. Porque atender la vitalidad emocional masculina es urgente, pero no debe hacerse a costa del retroceso en la lucha por la equidad.

Crear un “Profesión del Hombre” en este contexto es como ponerle ambiente acondicionado a un edificio en llamas: luce correctamente, pero no apaga el fuego.

Esta iniciativa legislativa es increíble de ignorar cuando, en la misma semana, la senadora Aracelis Villanueva  retiró  un esquema de ley que buscaba incluir la asignatura de igualdad y equidad de mercaderías en las escuelas.

Se negociación de una alcoba de siete artículos y dos páginas, que proponía fomentar el respeto mutuo; la equidad y la prevención de la violencia desde el cátedra. Poco que, en cualquier país mínimamente serio, sería una política pública de sentido global.

Villanueva explicó que “consultó con sectores sociales y religiosos” que le pidieron evaluar el esquema porque el término igualdad de mercaderías “ha sido tergiversado”. Como consecuencia, el Senado, siempre atento a lo que piensan los púlpitos, votó casi por unanimidad a privanza del retiro.

Es afirmar que enseñar a niños y niñas que tienen los mismos derechos y organizar la violencia de mercaderías desde la educación es  polémico y controversial.

A usted senadora, le escribo desde el respeto, pero igualmente desde la esperanza. Sé que las presiones de los sectores conservadores son reales. Sé que vivimos en una civilización profundamente machista donde atreverse a balbucir de igualdad aún incomoda, pero usted no está sola. Hay muchas voces: jóvenes, madres, educadoras, líderes comunitarias, mujeres y hombres conscientes,  que creen en una educación basada en el respeto y la equidad.

Usted honorable tiene en sus manos una oportunidad histórica. Como primera senadora de mi oriundo San Pedro de Macorís en más de cien abriles de historia de la Sultana del Este, sabe mejor que nadie lo difícil que es largarse paso siendo mujer en la política. Por eso le pido que no abandone este esquema. Revíselo, sí. Escuche, debata, fortalezca su redacción si es necesario, pero no lo archive.

Hay generaciones que le agradecerán el coraje de poseer impulsado esta conversación. Y aunque ahora parezca cuesta en lo alto, hay avances que solo se logran cuando algún decide incomodar al sistema.

Ojalá sea usted esa voz fuerte que necesitan las niñas y mujeres en República Dominicana.