

Detenidos sospechosos y los monos recuperados, en una caja. (Foto: Policía colombiana)
Medellín, Colombia.- Las autoridades del aeropuerto de José María Córdova en Rionegro, Antioquia, descubrieron un caso impactante de tráfico ilegal de vida silvestre este sábado cuando encontraron seis monos de bebé escondidos en las partes íntimas de dos ciudadanos extranjeros que intentaban transportarlos a la República Dominicana. Las autoridades ambientales informaron que lamentablemente, dos de los animales ya estaban muertos tras el descubrimiento, y los cuatro restantes tienen una lozanía crítica.
Los animales incautados incluyeron dos monos de cara blanca (Cebus capucinus) y cuatro tamarinas de algodón (Saguinus edipus), una especie en peligro crítico; Ambas especies están protegidas. Cornare, una autoridad ambiental regional, informó que los cuatro primates sobrevivientes sufrían de deshidratación severa, desnutrición y lesiones cutáneas, adicionalmente de altos niveles de estrés. El equipo veterinario advirtió que se retraso que su recuperación sea lenta y compleja. La entidad asimismo declaró que era muy probable que los padres fueran asesinados para capturar a los bebés.
Los ciudadanos extranjeros fueron detectados por agentes antinarcóticos y policiales ambientales posteriormente de que la terminal del aeropuerto generó una alerta. La intervención inmediata del equipo de corné (corporación autónoma regional de las cuencas del río Black y Nare) fue crucial para afianzar la vida de los cuatro primates sobrevivientes.
Ambas personas han sido acusadas de tropelía animal y el uso ilícito de los medios naturales y ahora están a disposición de la oficina del fiscal genérico.
Javier Valencia González, directora de Cornado, condenó fuertemente el acto. “Rechazamos enfáticamente este tipo de tráfico de vida silvestre. La fauna debe estar en independencia. No podemos permitir que esta actividad ilegal continúe creciendo en nuestro país”, afirmó.
Este caso inquietante se suma a la creciente directorio de delitos ambientales cometidos por las exóticas redes de tráfico de animales en Colombia, donde muchas especies enfrentan la amenaza de terminación.