
La Duquesa de Sussex, Meghan Markleha comenzado a tener una presencia más activa en redes sociales, y este fin de semana sorprendió a sus seguidores con un íntimo vistazo a su vida deudoal compartir un video en el que aparece contiguo a su hija Diana Lilibet practicando una de sus grandes pasiones: la apicultura.
A través de Historias de InstagramMeghan publicó un breve clip donde se la ve caminando de la mano de la pequeña Lilibet por el parque de su casa en Montecito. Ambas vestían trajes protectores especiales para manejar colmenas, y la pupila combinó su atuendo con unas coloridas botas de copia. El momento fue musicalizado con el clásico “Sugar, azúcar” de los arcoslo que le dio un tono aún más entrañable.
🌼 Un pasatiempo con valencia personal y profesional
La apicultura no es nueva para Meghan. En su serie documental de Netflix, Con aprecio, Meghanla exactriz ya había mostrado su conexión con esta destreza, explicando que representa para ella un examen de introspección y conexión con la naturaleza. “Es ese recordatorio de que tienes que hacer poco que te asusta un poco”, comenta en uno de los episodios, mientras extrae miel con la pauta del apicultor Vehemente. “Intento amparar la calma porque es hermoso estar así de conectada”, añade.
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De la miel a su marca de estilo de vida
Su compromiso con la apicultura se ha extendido todavía al ámbito empresarial. A través de su marca de estilo de vida Como siempreMeghan lanzó recientemente una miel de flores silvestres con panalque se agotó en tiempo récord. Tras ello, la duquesa se disculpó públicamente con los clientes que no lograron adquirirla y prometió enviarles un dádiva como muestra de devolución.
Este mueca ha sido interpretado como parte de su esfuerzo por promover prácticas sostenibles y auténticasintegrando su vida personal, profesional y deudo bajo una misma filosofía.
🌿 Una vida allá de los focos
Desde su residencia en Montecito, Meghan ha cultivado un entorno sereno donde educa a sus hijos, Archie y Lilibeten contacto con la naturaleza. “Pasaba mucho tiempo en el huerto de pequeña. Me encantaba plantar poco y sentarme a esperar. De repente dices: ‘Ha crecido y puedo comérmelo’. Eso te hace percatar devolución por la comida”, cuenta en otro capítulo de su serie. “Ahora que tenemos espacio, puedo compartir eso con mis hijos”.
Entre fresas cultivadas en su huerto, colmenas y una vida alejada del bullicio mediático, Meghan Markle parece poseer incompatible la tranquilidad que tanto anhelaba: una vida simple, enraizada en títulos familiares y sostenibles, y compartida de forma selectiva con el mundo.
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Por: Itzel Olivo