

Port-Au-Prince.- Según la Ordenamiento Internacional para la Migración (OIM), Haití ahora enfrenta una crisis humanitaria sin precedentes, con más de un millón de personas desplazadas adecuado a la creciente violencia. Esta emblema representa aproximadamente el 10% de la población del país y refleja un colapso más profundo de la capacidad del estado haitiano para ayudar la autoridad y la estabilidad, incluso con el apoyo internacional.
La directora militar de la OIM, Amy Pope, quien recientemente visitó Haití, describió la situación como una de las crisis más complejas y urgentes del mundo, enfatizando sus implicaciones más amplias para la estabilidad regional y mundial. Instó a la comunidad internacional a ejecutar rápidamente, no solo para proporcionar ayuda inmediata, sino asimismo para proteger la resiliencia y mejorar la seguridad en las comunidades afectadas para evitar una maduro migración forzada.
La violencia, principalmente adecuado al control generalizado de las pandillas, especialmente en el Príncipe Port-Au, ha dejado a muchas familias sin refugio, agua limpia o atención médica. El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) estima que las pandillas ahora controlan hasta el 85% del renta. El mensaje de la OIM asimismo destacó que casi 200,000 haitianos fueron repatriados en 2023, lo que subraya la urgente falta de esfuerzos coordinados de humanitarios y migratorios.