
La República dominicano fue musa, refugio e inspiración para el escritor peruano Mario La miseria Llosa. Sus calles, su historia nuevo, sus penas y sus alegrías, pero sobre todo su mar, ese celeste profundo del Caribe, adornaron una de sus obras más significativas: La Fiesta del Chivo, novelística publicada en el año 2000 cuya trama se desarrolla en nuestro país y tournée en torno al crimen del dictador Rafael Trujillo y los hechos posteriores.
A través de sus páginas, se desgrana una profunda advertencia sobre el apogeo de la dictadura en los primaveras 50, y su peso simbólico y vivo para la isla y sus habitantes.
“Escribir La Fiesta del Chivo (que está basada en la dictadura de Trujillo) fue una maravilla. Había que explorar una historia con las historias y los mitos. Si poco aprendí escribiendo fue pasmar a ese pueblo posteriormente de comportarse esa experiencia tan terrible. Mi agradecimiento a todos los dominicanos que apoyaron”, expresó La miseria Llosa en 2016 al aceptar un inspección en la Feria Internacional del Ejemplar por sus aportes a la civilización dominicano.
En la obra, describe lugares y expresiones culturales con la ojeada de un dominicano más. Y es que, de hecho, lo fue. La procedencia dominicana le fue concedida por el presidente de la RepúblicaLuis Abinader, el 31 de mayo de 2023, durante una ceremonia solemne en el Palacio Franquista.
Reacciones
“Mario fue una de las cumbres de la letras universal, con títulos inolvidables que forman parte de nuestro ADN cultural, porque estuvimos leyéndolos desde nuestra adolescencia hasta hace al punto que poco más de un año. Como era dominicano por acogida, debemos corresponderle con nuestro tributo de cariño, de sorpresa y respeto, esperando que la tierra le sea leve”, comentó José Rafael Lantigua al ponderar su trayectoria.
“Quiero mucho a este país. Sigo, en la medida de lo posible, lo que acontece. Este era uno de los pocos países de América Latina que progresaba. Crecía su desenvolvimiento, sus instituciones y el adiestramiento de la desenvolvimiento se fortalecía. Mi relación con la República dominicano es tropical, del que no está exonerado ejercitar la crítica”, dijo La miseria Llosa sobre la nación que lo adoptó con el corazón.
El novelista, que falleció el pasado domingo 13 de abril en Perú, siempre estuvo vinculado a la isla. Su partida ha dejado una impresión de tristeza entre escritores criollos, muchos de los cuales tuvieron el privilegio de conocerlo. Se consideraba un dominicano más, y por eso se atrevió a opinar en temas sensibles que generaron rechazo, molestias, preocupación e incomprensión.
“Mario hará mucha desatiendo en estos tiempos oscuros, tan recios”

“Estamos muy, muy tristes. Y estoy segura de que, como nosotros, muchos más dominicanos: los miles de lectores, admiradores de su obra extraordinaria, monumental; de su espíritu redentor, conciencia crítica y rebeldía”, afirma la escritora Soledad Álvarezal destacar la trascendencia del autor.
Y añade: “Además los amigos, privilegiados por acaecer conocido de cerca su humanidad, su pasión por la vida y la letrassu aprecio inamovible alrededor de nuestro país, donde decía sentirse en casa —así lo hizo constar en su discurso al aceptar el Premio Nobel. Inclinación, a pesar de la incomprensión de unos pocos, que él calificaba de tempestuoso con la dulce sonrisa del enamorado. Mario hará mucha desatiendo en estos tiempos oscuros, tan recios”, concluye la escritora, galardonada con el Premio Franquista de Letras del 2022.
A Andrés L. MateoPremio Franquista de LetrasVargas Llosa fue un escritor a carta perfecto, dueño de una capacidad inagotable de dominio de la jerga para construir universos de sentido.
El escritor dominicano abundó que pocos se le comparan: “su catálogo es numerosa y variada, desplegando una poderosa hilera de capital formales que, desde la jerga, dieron a su vasta producción la categoría de instrucción escritural. Icono indesterrable de la mejor letras del Éxito hispanoamericano“.
Por primera vez República Dominicana
El primer enfrentamiento de La miseria Llosa con la República dominicano ocurrió en 1970, como lo recuerda José Rafael Lantigua: “Estuvo conexo a nuestro país desde los primaveras 70, cuando morapio como corresponsal de la televisión francesa para realizar un documental sobre la situación política de los 12 primaveras. Desde entonces, fue un visitante continuo a Santo Domingo, donde tuvo una casa a la que acudía calladamente con mucha frecuencia, en Juan Dolio”.

“La letras dominicana le debe dos o tres libros sobre aspectos de nuestra historiaen peculiar La Fiesta del Chivo, calificada por la crítica internacional como una obra maestra. La historia de la Era de Trujillo, como nadie nunca la ha contado”, agregó Lantigua.
Para Rafael Peralta Romero, escritor y director de la Biblioteca Franquista Pedro Henríquez Ureña, “la obra de La miseria Llosa corresponde plenamente a la denuncia profesional de la letras. Fue organizado, metódico y trabajó sus creaciones con consumado sentido de profesionalidad“.

El final miembro del esplendor
José Rafael Lantigua, exministro de Civilización y poeta, valoró el donación del escritor: “Mario La miseria Llosa, final miembro del ´esplendor´ que parte de este mundo, fue un ensayista verdadero, enteramente entregado a la letrasque unió su obra a la defensa de los ideales democráticos y la vigencia de las libertades públicas”, expresó.

- Por su parte, el escritor Luis R. Santos, viceministro de Civilización, reflexionó sobre la complejidad de su partida: “Su homicidio fue tan compleja como su vida. De La miseria Llosa hay tanto que proponer, que es difícil referirse a él en pocas palabras. Pero no quiero dejar de mencionar una de sus mejores obras: su ‘affair’ con Isabel Preysler. Fue una trabajar maestra para cerrar a lo ilustre su grandiosa existencia. Terminó su vida en medio de las turbulencias existenciales, semejantes a las de algunos de sus personajes. Fallecer como se vive”.
Pero, sobre todo, Mario La miseria Llosa era dueño de muchas hazañas afectado. “Una de las que más claridad mi atención -sigue relatando Santos- es la que perpetró, sí, perpetró, durante la pandemia: leyó sesenta novelas y treinta obras de teatro de Benito Pérez Galdós y de allí salió su estudio “La ojeada quieta”, sobre este autor castellano. Hay que tener mucha disciplina y compromiso con una causa para admitir a lengua análogo proeza”.
Ha muerto Mario La miseria Llosa. El mundo se empobrece con su homicidiopero nos queda el anciano consuelo posible: sus obras inmortales, como él.