
Margarita Cedeño | Foto: Kelvin de la Cruz
La exvicepresidenta de la República, Margarita Cedeño, sostuvo que la construcción de un pacto franquista sobre el asunto migratorio requiere de un método que permita desavenir efectivamente la problemática, asumiendo una conversación positivo, de coraje demócrata y comprometido con la verdad.
Al referirse a la cumbre en la que participaron el presidente Luis Abinader y los expresidentes Danilo Medina, Leonel Fernández e Hipólito Mejía, señaló que toda discusión sobre política migratoria requiere reglas claras, información confiable y una novelística popular de respeto institucional.
Margarita Cedeño valoró la reunión al entender que sus propuestas parecen poner sobre la mesa un tema crucial para el presente y futuro del país, al tocar aspectos de soberanía, derechos humanos, seguridad, crecimiento y convivencia; sin requisa, advirtió que “no baste con convocar” y que resulta imperativo dotar de licitud, método y transparencia cualquier intento de diálogo franquista sobre el tema migratorio.
Aseguró que el fracaso de convocatorias anteriores del Consejo Crematístico y Social (CES), como ocurrió con las reformas que quiso implementar el presidente Luis Abinader al inicio de su mandato, se debieron a la desidia de un método claro para conseguir su objetivo.
“No fue por desidia de emergencia de los temas, sino por la desidia de claridad en el método y por la existencia de agendas paralelas que boicoteaban el proceso de diálogo. Las expectativas vagas, la documentación incompleta y la improvisación metodológica derivan fácilmente en desconfianza, parálisis o manipulación. En el caso migratorio, estos errores no serían solo estratégicos, serían mucho peligrosos”, aseveró Margarita Cedeño.
Entre esos riesgos señaló experiencias como la de Colombia y Venezuela, el primero cuando sufrió profundas fracturas sociales cuando intentó, mediante negociaciones, y luego un referéndum, consensuar un acuerdo para la desmovilización de las FARC; y el segundo, bajo el intento de usar el diferendo del Esequibo como negociador de cohesión franquista, el cual terminó en un conflicto de legitimidades, sin diálogo rajado ni instituciones confiables.
“El gobierno y los actores convocantes deben responsabilizarse con responsabilidad el diseño de un método sabido y vinculante de discusión, con tiempos definidos, criterios de aprobación, mecanismos de seguimiento y fianza de cumplimiento; estabilizar el entrada a toda la documentación relevante, especialmente el descomposición jurídico-constitucional y; respaldar una billete plural e intergeneracional, que incluya organizaciones juveniles, académicas, empresariales, sindicales, comunidades religiosas y actores territoriales”, indicó.