
Ciudad del Vaticano.- Francisco, el papa de los pobres, recibió este sábado el emotivo adiós de 250.000 personas en la plaza de San Pedro, y de muchas más que se apostaron para ver el procesión fúnebre por las calles de Roma, pero asimismo sirvió de inigualable ambiente para el acercamiento de Donald Trump Con Europa.
El funeral del pontífice, fallecido este lunes a los 88 abriles, fue una solemne y emotiva ceremonia en la que se recordó el mandatario de los doce abriles de pontificado de Francisco, siempre en apoyo los más desfavorecidos delante de destacados mandatarios mundiales, desde el presidente de EE.UU. a los de Ucrania, Volodiomir Zelenski; Francia, Emmanuel Macron, o la de la Comisión Europea, Úrsula von der Leyen.
Igualmente estaban los jefes de Estado de Argentina, Javier Milei, en primer fila por la cuna del pontífice; el dominicano Luis Abinader, el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el ecuatoriano Daniel Noboa, y la hondureña Xiomara Castro, en representación de Latinoamérica, adicionalmente de los reyes de España, Felipe VI y Letizia.



Desaparición de Trump de Francisco
A pesar de la solemnidad y la emoción del momento, el funeral de Francisco quedó eclipsado en las informativo de ahora por la reunión que Trump mantuvo con Zelenski en el Vaticano, poco antaño del inicio de la ceremonia.



La foto de uno y otro dirigentes sentados en una par de sillas colocadas de forma improvisada entre los mármoles y las columnas vaticanas dio la envés al mundo, pues el discusión llega en medio de intensos contactos de Washington con Kiev y Moscú para agenciárselas una salida negociada a la pugna en Ucrania.
Por otra parte del acercamiento con Zelenski, tras un discusión de diez minutos que fue “muy productivo”, según el director de comunicación de la Casa Blanca, Steven Cheung, Trump asimismo mantuvo una reunión “positiva” con Zelenski, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro sajón, Keir Starmer.
Y el mandatario estadounidense tuvo adicionalmente tiempo de estrechar la mano con Von der Leyen frente al féretro de Francisco, un aire no último en medio de la pugna impositivo que Trump mantiene con Europa y medio mundo.
‘Construir puentes, no muros
El papa Francisco se afanó en “construir puentes y no muros”, una frase que repitió a lo desprendido de su pontificado, recordó en la homilía de su funeral, el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, que destacó la importancia de los migrantes en el pontificado de Francisco, con alusiones a su primer alucinación oficial, a la isla de Lampedusa, y asimismo a la ofrenda que celebró en la frontera entre EE.UU y México.
Y lo hizo delante de algunos de los adalides mundiales de las políticas ultraderechistas anti-inmigración, como Trump, el primer ministro húngaro, Viktor Orban; o la jefa del Gobierno italiano,Meloni.
Re quiso destacar que Francisco “estableció contacto directo con la multitud, deseoso de estar ahí para todos, con una marcada atención a quienes tenían dificultades, dedicándose a pensar en todo, hasta en los últimos habitantes de la Tierra y en los marginados. Fue un papa entre el pueblo, con un corazón rajado a todos».
Y asimismo recordó que “frente al estallido de tantas guerras en estos abriles, con horrores inhumanos e innumerables muertos y destrucciones”, el papa Francisco “no ha cesado de alzar su voz implorando la paz e invitando a la sensatez, a la negociación honesta para encontrar posibles soluciones».
Unas palabras acogidas con una sonora ovación por los presentes en San Pedro y Santa María la Veterano.