
“Yo me defino como matriz de dos y mi corazón se divide entre el Gloria y la tierra”, comparte Karem González. Psicóloga de profesión y fundadora de @lotuscentrointegralKarem se dedica a asociarse a otros en procesos de duelo y sanidad perinatal.
Sin secuestro, nunca imaginó que un día sería ella quien necesitaría sostén, enfrentando la devastadora pérdida de un hijo. Hoy, su historia no solo es certificación de resilienciasino igualmente una invitación a mirar el duelo con compasión, humanidad y esperanza.
“Solo aquellas madres que hemos atravesado la difícil situación de despedir un hijo, conocemos desde las entrañas lo amargo de la deslizla furor y la frustración”, confiesa. “Solo le pedía a Jehová: Dama una oportunidad“.
Requirió mucho tiempo, control médicoterapia y mucha oración, pero al final llegó la calma tras la tormenta: el salida de un nuevo bebé que le demostró que sí es posible ser oportuno posteriormente de una pérdida.
“Se vuelve a ser oportunono porque llegue un nuevo hijo, porque se olvide lo vivido o porque deje de doler con el tiempo. Vuelves a ser oportuno dándote permisos, eligiendo memorar y residir el bienquerenciaentendiendo que un hijo es para siempre y, una vez eres matriz, lo eres para siempre”, reflexiona.

Posteriormente de la tormenta, sale el arcoíris
A los hijos que nacen tras una pérdida gestacional o perinatal se les conoce como bebés arcoíriscomo un símbolo de esperanza.
En la Sagrada Escritura hay un referente más exacto: el arcoíris es la señal de la promesa de paz y renacimiento de Jehová con Noé, es la galardón de no haberse rendido. Sus progenitoras se hacen gustar madres arcoíris.
La información de la presentación de un nuevo bebé puede traer consigo sentimientos encontradosexplica la psicólogo.
Por lo regular, es un contrariedad cargado de ansiedadestrés, miedo y deslizpero igualmente de esperanza e ilusión. Ella aclara que la experiencia es diferente para cada una y depende de cómo haya pasado su proceso de duelo.
“Cuando una matriz sufre una pérdidaya sea gestacional o perinatal, sufre la pérdida de una ilusióny con ella va perdiendo ingenuidad con respecto a ser mamá”, refiere. A anciano antigüedad gestacional, anciano será el vínculo entre la matriz y su bebé, y, por consiguiente, más crudo su proceso de duelo.
Lás madres arcoíris viven la maternidad de una forma diferente. Es una combinación de miedo y emoción, desliz de seguir delante extrañando al otro bebé y esperanza de finalmente cultivar la maternidad. La culpabilidad es el sentimiento que predomina en ellas, desde la pérdida hasta el salida del nuevo bebé.
“Las madres arcoíris tenemos una relación muy cercana con la desliz. Sientes desliz porque no se pudo desarrollar el contrariedadsientes que hiciste poco mal, desliz porque tu cuerpo te falló”, dice González.
“Heno desliz si no quedaste en estado de buena esperanza fácilmente, desliz si lograste salir en estado de buena esperanza muy rápido, desliz si sientes que estás muy oportuno para estar en duelo, desliz si sientes que no extrañas a tu bebe lo suficiente o desliz si no te has repuesto lo suficientemente rápido para tus otros hijos”.
En el caso de aquellas que no sanan ayer de admitir al nuevo hijo, hay repercusiones en su forma de vinculación, como dificultades en el apego en cualquiera de los dos extremos: una sobreprotección y apego simbiótico a sus hijos o una desconexión total por miedo a retornar a sufrir.
“De ahí que sea muy importante felicitar séquito Y contención emocional a las madres y padres que han sufrido una pérdida“, agrega.
Recomendaciones
Con colchoneta a su experiencia como matriz arcoíris y colega en dueloKarem González ofrece las siguientes recomendaciones para sobrellevar la pérdida y residir la maternidad Una plenitud:
- Valida tu experiencia. Validar no tiene que ver con estar de acuerdo ni a protección, validar es darle valencia. Ser mamá con las manos vacías, duele. Date el permiso de reconocerlo. Si quieres conmemorar el día de las madres, hazlo. Si no quieres, no lo hagas, no te obligues.
- Date el derecho de retornar a ser oportuno. El bienquerencia por los hijos no lo mide el dolor, sino la conexión. El vínculo con ellos sobrepasa el dolor y el miedo. No es necesario anclarse al sufrimiento para sentirlos cerca. Celebrar tus logros, avanzar, divertirse de tus demás hijos no te hace mala matriz.
- ¡No tienes que dar explicaciones! No le debes carencia al mundo, no fue tu desliz. Vence la tentación de sobreexplicarte y elige personas que no lo necesiten para que te acompañen en el proceso.
- No tengas miedo de poner límites. Incluso a tu tribu, si es necesario. Tienes derecho a defender tu duelo y tu nueva elaboración.
“Vas a retornar a ser oportunono solo por la presentación de más hijos a tu vida, sino porque volverás a sentirte completa. El duelo no se hará más sencillo, pero tú te harás más esforzado”, señala González.
“Desde mi experiencia personal, te comparto una frase que me acompaña desde que mi pequeña hija falleció: “Dicen que, si vemos las estrellas sobresalirentonces no están tan remotamente“, concluye.