
Loss congresistas republicanos desbloquearon el avance de un polémico plan de cortaduras presupuestarios Y rebajas fiscales impulsado por el presidente de EE.UU., Donald Trumpluego de un fin de semana de negociaciones en el interior del partido.
El plan, mojado por Trump como “el gran y hermoso tesina de ley“, había enemigo resistor en un género de republicanos que el viernes votaron en su contra en el Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantespor considerar que aumentaría el deuda presupuestario.
Esto fue trillado como una inusual muestra de rebeldía entre las filas del Partido Republicano -que controla ambas cámaras del Congreso- a las presiones de Trump.
Los legisladores llegaron anoche a un acuerdo para que el tesina siga su trámite en el Congreso.
El plan escudriñamiento extender las exenciones fiscales de Trump en su primer mandato (2017-2021) e incluir nuevas rebajas, yuxtapuesto a limitaciones al software de sanidad Medicaid, uno de los temas más polémicos en las negociaciones.
Los congresistas han celebrado sesiones maratónicas para destacarse el tesina y conquistar su aprobación en presencia de la Cámara Disminución y el Senado previo al Día de los Caídos, el 26 de mayo, con la intención de que llegue al Despacho Oval de Trump antiguamente del simbólico 4 de julio, Día de la Independencia estadounidense.
El Comité de Reglas de la Cámara programó para la crepúsculo del miércoles una votación para enfrentarse la regulación del megaproyecto, un paso esencial antiguamente de su venida al pleno.
El presidente ya había llamado a un respaldo unificado a su propuesta y tras conocerse su aprobación en el Comité de Presupuesto, envió este lunes sus felicitaciones a través de su plataforma Truth Social.
La portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, dijo este lunes en rueda de prensa que es “esencial” que todos los republicanos en el Congreso se unan para avanzar el “popular” megaproyecto, que incluye promesas de campaña de Trump como las exenciones a las propinas y las horas extras.
La propuesta igualmente incluye cortaduras en los impuestos a los préstamos para comprar automóviles fabricados en el país y los beneficios de la Seguridad Social, adicionalmente de incrementar los beneficios fiscales a ancianos y familias con niños.
Esto dejaría un deuda en los ingresos del Gobierno que serían amortizados en parte por restricciones a Medicaid, que cubre a unos 71 millones de personas de bajos fortuna, a pesar de que tanto el mandatario como el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson, han insistido en que estos cortaduras están dirigidos a terminar la cobertura a “inmigrantes ilegales que se aprovechan” de estas ayudas.
Las limitaciones al Medicaid es uno de los puntos de desacuerdo entre el ala centrista y conservadora del Partido Republicano. Los conservadores piden cortaduras más agresivos e inmediatos, mientras que los moderados están preocupados por las afectaciones que traerían a sus distritos.
El plan igualmente incluye un polémico impuesto del 5% a las remesas enviadas fuera del país, que han provocado nuevas críticas de la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, que lo considera “una injusticia” y una influencia “discriminatoria” que afectaría a los migrantes mexicanos en EE.UU.
Asimismo escudriñamiento recortar a programas de energía limpia impulsados por el expresidente Joe Biden (2021-2025) y subidas de impuestos a universidades, adicionalmente de más fondos para el manejo de la frontera.
Aunque aún no hay cálculos precisos de cuánto le costará a las arcas públicas el nuevo megaproyecto fiscal, el presidente de la Comisión de Medios y Arbitrios, el republicano Jason Smith, adelantó la semana pasada que de momento el monto ronda los US$3.9 billones, por debajo del divisoria ideal de 4.5 billones fijado por su Partido.