
Del martes 17 de mayo de 1994 al martes 20 de mayo de 2025 pasaron ya 31 primaveras. En ese entonces, a sus 28 primaveras, Pedro Pelea era un imberbe de la canción de autor que temblaba de miedo al presentarse en el distintivo café Soltura 8 de Madrid, España. Se abrían las expectativas. Volaban los sueños.
Antenoche, ya con 58 primaveras de momento, era un consagrado intérprete que hacía una parada de su viaje en el distintivo Teatro Franquista de Santo Domingo, donde hizo un reconvención desde esa primera confusión en la haber española hasta la presente, en que recién lanzó el triple cuaderno “Fogonadura”. Y resonaban los aplausos. Los saludos, de fiesta, bailaban en su habitante.
Pedro Pelea había llegado a Madrid en los primaveras 90 desde su procedente Güímar, un municipio gachupin perteneciente a la isla de Tenerife (provincia de Santa Cruz de Tenerife).
“La primera vez que canté en el Soltura me dijeron: – vas a cantar los martes de este mes. En función de cómo vayas te prolongamos”, compartió la confusión del martes delante sus seguidores dominicanos.
El primer martes, recordó bromeando, en el café había una pareja y de seis a ocho personas, “que eran casi todos de mi clan”. El posterior martes eran unos 16 y luego 30 ó 40. “Al final del mes de mayo estaba todo harto. Estuve durante el año 1994 cantando ahí todos los martes. Y así empezó a acaecer todo”.
Al rememorar “el tiempo de sollozar y las ganas de cantar”, Pedro vuelve a casa en sus saludos al interpretar “Siete puertas”, de 1997, delante el sabido cómplice en el Teatro Franquista.
Iniciación en disco
En 1995 nació su carta de presentación en solitario, su grado en la universidad de la canción de autor: su disco “Golosinas”, su primer cuaderno en solitario tras su etapa en Taller Canario, congregación musical canario que se formó en 1985 en Tenerife, yuxtapuesto con Andrés Molina, Rogelio Botanz y Marisa Delgado.
De esa primera producción musical delante el sabido dominicano no podía evitar su caramelo encantado: “Contamíname”. Los asistentes al Teatro Franquista se emocionaron, como siempre, al escucharla. Siquiera faltaron “Vida” y “El marido de la peluquera”.
El 1999 fue el año secreto para los amores, que van por 25 primaveras, entre Pedro Pelea y su sabido dominicano. En ese año fue su primera presentación en República Dominicana, en el Teatro Agua y Luz de Santo Domingo.
Adicionalmente de las canciones de “Golosinas” (1995), venía a este país caribeño reforzado con los temas de los discos “Tan cerca de mí” (1997), “BSO de Mararía” (1998) y, sobre todo, “Raíz” (1998).
Adyacente a “Siete puertas”, del cuaderno de 1997 delante los dominicanos cantó las anheladas “Pasa” y “Debajo del puente”. Y del 1998: “Raíz”, “Daniela”, “La calabobos nunca vuelve cerca de hacia lo alto” y “Contra el poder”.

El cantautor Pedro Pelea, acompañado de su guitarra, repasó en el Teatro Franquista Eduardo Brito sus tres décadas de carrera musical.
EN EL TEATRO AGUA Y LUZ
Esa primera vez en Santo Domingo está fija en su memoria: “A mí me llamaron para decirme que iba a cantar en República Dominicana. Y yo pensé: (tono de broma) -¿y a mí qué se me ha perdido en ese país? Allí no me va a conocer nadie, ¿por qué voy a ir?-… entonces yo vine y cuando salí al tablas del Agua y Luz habían miles de personas, textualmente”, recordó la confusión del martes en el Teatro Franquista de Santo Domingo.
Luego agregó: “La cosa es que no solo me sorprendió que hubiera miles de personas, sino que cantaban como están cantando ustedes esta confusión… ¿qué ha pasado aquí?” A seguidas comentó que agradecía al cantautor Juan Luis Pelea por ser el artista de la difusión de sus canciones a través de sus emisoras de radiodifusión y televisión.
“Vine al aniversario del canal y la radiodifusión de Juan Luis Pelea. Yo sé que es una calado previa… Siempre he pensado que estoy en este país directa e indirectamente de la mano de Juan Luis Pelea”, afirmó.
A Juan Luis lo incluyó en el fresco disco “Parceiros”, que “ha sido el esquema que ha posibilitado el concurrencia entre los dos Pelea”. Y trae a su memoria que Eva Amaral, la cantante del congregación Amaral, cuando escuchó la colaboración “Siempre queda el simpatía”, le puso un mensaje: “Dos Pelea nunca habían entregado tanta paz” (se ríe complacido y a seguidas la interpretó delante los aplausos de los dominicanos presentes en la sala Carlos Piantini).
Adyacente a Juan Luis, cuatro dominicanos tienen un espacio en el corazón de Pedro Pelea y por eso no podían quedarse fuera del disco “Parceiros”: Alex Ferreira, Vicente García y Pavel Núñez. Incluso lo unió una amistad al fenecido Víctor Víctor.
“He tenido el placer de poder trabajar en Parceiros con los cuatro artistas dominicanos que más admiro, que más me gustan y los que he podido con el tiempo hacerme compañeros, amigos”, expresó.
De ellos, Pavel lo acompañó en su concierto del martes en la haber dominicana: “Fue de las primeras personas que puso música a una de mis cultura. Hicimos una canción, que él la incluyó en un disco suyo, en una lectura holgorio. Luego cuando decidí hacer Parceiros decidí recuperarla porque me parece una canción preciosa y yo la traje a mi ámbito”. El título es “Simpatía qué invento”.
Alex Ferreira ni Vicente estuvieron, pero en el show además incluyó los temas que grabaron; “Si no fuera” y “Tan dulce”, respectivamente.