Las taras ancestrales del revisionismo histórico | AlMomento.net

Las taras ancestrales del revisionismo histórico | AlMomento.net

El autor es abogado y profesor universitario. Reside en Santo Domingo

Aunque es difícil sortear la certidumbre de la vieja conseja conforme a la cual “la Historia la escriben los vencedores”, en universal la exposición historiográfica -reseña e interpretación derivadas del estudio- se reputa  auténtico cuando nace de fuentes autorizadas, tangibles y comprobables.

Y es que ciertamente la narración histórica, que en algún momento estuvo estrechamente hermanada con el mito y a veces basada en intereses momentáneos o relajada por la creación literaria, se acercó a la ciencia, a través de la investigación y la comprobación de los hechos, y terminó enemistándose con sus circunstancias y, sin entregarse su función paradigmática, relanzándose como disciplina crítica y desmitificadora.

En esa transformación, esencialmente impulsada por las ideologías progresistas del siglo XX (especialmente por el marxismo y el feminismo), sin dudas se cometieron errores y excesos al reemplazar muchas veces los hechos reales con interpretaciones ideológicas o doctrinarias, por lo que tras mediar un nuevo periodo de crítica y desmitificación se hubo de retornar a las preceptivas y las metodologías neoclásicas.

Pero resulta que sobre todo en las tres últimas décadas (tras la desastre universal de las ideologías promotoras de la solidaridad, la fraternidad y el adecuadamente popular, y la triunfo de las gestoras de la dorso al individualismo, a la competencia y a los proyectos de crecimiento personal), estamos asistiendo a un nuevo espectáculo de revisionismo histórico que no solo procura reescribir el pasado ruego sino igualmente remover los altares de la proceridad para hacer caer unas figuras y/o reivindicar a otras.

El engendro, como se sabe, es general, y si adecuadamente comenzó como un racional y ensalzable esfuerzo de algunos cuestionadores bienintencionados del progresismo, el estatismo y el colectivismo envilecidos en el adiestramiento del poder, hoy se ha transfigurado en un inaceptable intento por desfigurar, borrar o falsificar ciertos acontecimientos históricos (generalmente horripilantes o llenos de mezquindades o perversidades) y elevar a la condición de héroes a conocidos ególatras, tiranos y villanos.

Los más resonantes experimentos al tenor comenzaron en varios puntos de la geodesía mundial con los conatos de reivindicación de Stalin por parte de algunos comunistas a resultas de la deriva “revisionista” de la URSS; luego aparecieron en Italia las loas y excusas en valenza de Mussolini tras el descrédito de la clase política tradicional; le siguieron en Alemania, Estados Unidos y América del Sur con Hitler en ejercicios de minorías en principio insignificantes; y luego vinieron los desvergonzados aprestos españoles por beatificar a Franco, y los esfuerzos latinoamericanos, africanos y asiáticos por lustrar las imágenes de determinados tiranos.

(Fortuna convenga rememorar que la dictadura política no tenía connotaciones negativas en sus orígenes: era una providencia suprema pero temporal, con apoyo popular, para que un gobernador virtuoso pudiese indisponer una situación de oneroso crisis social con saco en disposiciones expeditivas o de emergencia, y degeneraba en tiranía cuando aquel se aferraba al poder contra derrota y marea. Es aseverar: entre dictadura y tiranía median importantes diferencias, aunque la primera casi siempre termina convertida en la última).

Todo ello, como se ha insinuado, en principio fue obra de familiares, políticos nostálgicos, fanáticos extremistas y pequeñas fracciones beligerantes de pensamiento torcido, pero desde hace algún tiempo ha ganadería dominio en la sociedad humana y ha hexaedro pie a la formación de partidos en trance de crecimiento y a gobiernos que no dudan en aplicar las ideas y los procedimientos de los líderes tiránicos hacia lo alto mencionados o de otros con más limitada proyecciones.

Por supuesto, como ya se ha sugerido, el revisionismo histórico se ha acunado en ciertos extravíos radicales del progresismo y en la creciente ineficacia de la democracia frente a las deyección cotidianas del ciudadano (resultado de la elitización de la llamamiento clase política, el cesión de títulos y principios entre los partidos dominantes, la santificación del individualismo como fuente única de prosperidad económica y, desde luego, la mecánica cíclica del devenir) pero se ha desarrollado fundamentalmente gracias al incremento de la ignorancia en la sociedad, la banalización de la política y la priorización de temas o asuntos que activan los bajos instintos y privilegian los denuedo utilitarios.

El desplazamiento en el imaginario colectivo de las figuras más éticas del fundacionismo doméstico o del humanismo universal, para ser reemplazadas por caudillos crueles e ignaros o por oscuros y ruines personajes históricos de valía beocio (todo muy a tono con el cuestionamiento de la solidaridad como valía filosófico, la promoción de la fuerza sobre la razón en la decisión de las diferencias, y la matanza de la igualdad social como meta de reivindicación humana), es el signo de los tiempos.

Lo tragicómico de la situación salta a la sagacidad: los políticos extremistas que asumen el revisionismo histórico se aprovechan siempre de los benevolentes mecanismos, las virtudes  institucionales y los principios de derecho propios de la democracia para difundir autónomamente sus concepciones, procurar mayoría social y, luego, presentando a aquellos como debilidades” y “aberraciones” muy “costosas” (sin aseverar nunca a quien afecta ese “parada costo”), dinamitar sus bases con proclamas apócrifamente “salvadoras” y establecer regímenes autoritarios o totalitarios.

Por ventura, pero, y aunque los promotores del revisionismo histórico crean hoy lo contrario emborrachados por sus triunfos de la víspera, cualquiera que tenga mínimos conocimientos de Historia sabe que el engendro no es nuevo y, más aún, que es diario en el devenir humano: más temprano que tarde vendrá su fin, y otra vez tendrán sus legatarios generacionales que desvivirse dándose golpes en el pecho y pidiendo perdón por los “excesos” y tropelías cometidos.

Y ojalá y no se olvide: aunque la Historia verdaderamente es irrepetible en tanto avivar social anclado en un tiempo y un espacio determinados, los yerros que generan sus malos sesgos sí tienden a repetirse en escenarios de fanatismo y oscurantismo cultural; y con congruo frecuencia, lastimosamente, a la postre tienen un parada costo en dolor, lágrimas o parentesco para las generaciones que los asumieron o no los encararon adecuadamente.

lrdecampsr@hotmail.com

Jpm-am

Compártelo en tus redes:





Related Posts

Empleo Divulgado recusa a jueza que conoce audiencia preliminar en caso Hugo Beras, José Gómez y compartes

El Pregonero, Sabnto Domingo (República Dominicana).-El Empleo Divulgado recusó este miércoles a la jueza del Segundo Chancillería de la Instrucción del Distrito Franquista, Patricia Padilla, por su abierta parcialidad en…

El Senado abre debate sobre la Ley de Albedrío de Expresión y su impacto en medios digitales

El Senado de la República escuchará a todos los sectores involucrados en la comunicación ayer de aprobar el Tesina de Ley Orgánica de Albedrío de Expresión y Medios Audiovisuales, sometido…

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

You Missed

Faja Central informa que la inflación de abril fue de 0.03 %; se mantiene en rango meta por 17 meses consecutivos

Faja Central informa que la inflación de abril fue de 0.03 %; se mantiene en rango meta por 17 meses consecutivos

Empleo Divulgado recusa a jueza que conoce audiencia preliminar en caso Hugo Beras, José Gómez y compartes

Empleo Divulgado recusa a jueza que conoce audiencia preliminar en caso Hugo Beras, José Gómez y compartes

La imagen de la Doncella de la Altagracia llega al Vaticano

La imagen de la Doncella de la Altagracia llega al Vaticano

Lo que te estás perdiendo si no estás jugando a Clair Obscur: Expedition 33

Lo que te estás perdiendo si no estás jugando a Clair Obscur: Expedition 33

La SIP condena crimen del periodista peruano Raúl Celis

La SIP condena crimen del periodista peruano Raúl Celis

CNCP anuncia el Dispersión Oficial de Expo Provisiones 2025: Uniendo el Comercio y la Industria por el Exposición Franquista

CNCP anuncia el Dispersión Oficial de Expo Provisiones 2025: Uniendo el Comercio y la Industria por el Exposición Franquista