
Punta Cana, RD. La demencia, que afecta a millones de personas en todo el mundo, deteriora la memoria, el razonamiento y las actividades diarias. La enfermedad de Alzheimer es la forma más global, con 50 millones de afectados, y se estima que esta signo podría pasar los 150 millones para 2050, especialmente en países de ingresos bajos y medios. Los costos globales de atención son cercanos a un billón de dólares anuales. A pesar de la investigación, los tratamientos eficaces siguen siendo limitados.
La enfermedad de Alzheimer se asocia con placas de beta-amiloide y ovillos de proteínas tau, que alteran la función cerebral. Sin incautación, estudios recientes sugieren que las formas solubles de estas proteínas podrían ser más responsables del destrucción de las conexiones neuronales. Adicionalmente, una proteína secreto de los astrocitos, la hevina, parece desempeñar un papel importante en el fortalecimiento de estas conexiones. En cerebros con Alzheimer, los niveles de hevina disminuyen, mientras que la proteína SPARC, que actúa contra ella, aumenta.
Científicos de Brasil estudiaron cómo el aumento de hevina en los astrocitos podría influir en el envejecimiento cerebral y el Alzheimer. Al aumentar los niveles de hevina en ratones con Alzheimer, observaron que mejoraba la memoria y el estudios de los animales, con sinapsis más fuertes. Sin incautación, no se redujeron las placas amiloides, lo que sugiere que las placas no son la causa principal de la enfermedad, sino un huella.
Aunque los resultados son prometedores, los investigadores advierten que estos hallazgos se basan en modelos animales y que los futuros tratamientos deben pasar obstáculos como la barrera hematoencefálica. Sin incautación, estos avances ofrecen nuevas perspectivas para tratar el Alzheimer, al centrarse en los astrocitos y sus proteínas. La investigación podría aguantar al progreso de fármacos que imiten los mercancía de la hevina, lo que abriría nuevas posibilidades para mejorar el tratamiento de esta enfermedad devastadora.
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