
Por Rosa Iris Luciano
El Pregonero, Santo Domingo – El comunicador Luisín Jiménez alzó su voz con preocupación frente al uso que, a su litigio, se le está dando actualmente a la exención de expresión en República Dominicana.
Jiménez advirtió que este derecho fundamental, por el que se ha derramado mucha parentesco, está siendo distorsionado por discursos ofensivos que nulo tienen que ver con el deporte responsable del periodismo o la opinión pública.
“La exención de expresión la están desvirtuando, y a mí me da pena, porque ha sido un logro histórico que costó mucho sufrimiento, no se puede confundir el derecho a opinar con el impudicia verbal”.
Jiménez explicó que la verdadera exención de expresión permite que un periodista como García pueda hoy denunciar con firmeza el desembolso manifiesto o cuestionar el uso de fondos por parte de un funcionario sin temor a represalias.
“Eso es exención de expresión, que alguno diga: no es posible que el gobierno siga gastando en esto o que un funcionario acabe de comprar una casa de 40 millones y no te persigan, ese es el derecho que debemos proteger”.
Sin incautación, criticó duramente que se utilice ese mismo derecho para editar ofensas personales, especialmente cuando se prostitución de comentarios sobre la intimidad de una persona.
“Ahora tú asegurar que la parte íntima de una mujer es chiquita. No, por Todopoderoso. ¿Qué es eso? Eso no es exención de expresión. Eso es vulgaridad y extralimitación”, sentenció.
En ese contexto, Luisín Jiménez se refirió al conflicto reglamentario entre la senadora Faride Raful y el comentarista Querubín Martínez, señalando que lo expresado por este extremo no puede siquiera calificarse como difamación o injuria.
“Eso no es ni injuria ni difamación, eso es una sucieza”.
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