
Un nuevo estudio protagonizado por más de 90.000 adultos en Estados Unidos vuelve a situar a la dieta MIND como una opción alimentaria asociada a una beocio incidencia de demencia y enfermedad de Alzheimer.
Un estudio nuevo realizado con más de 90.000 adultos en Estados Unidos ha vuelto a confirmar que seguir la dieta MIND, un enfoque alimenticio que combina principios de las dietas mediterránea y DASH, se asocia con una beocio incidencia de demencia y enfermedad de Alzheimerreforzando su capacidad como táctica preventiva frente al menoscabo cognitivo.
Los resultados compartidos durante la reunión anual de la Sociedad Saco de Sostenimientorefuerzan la idea de que nunca es demasiado tarde para incorporar hábitos alimenticios saludables con potencial protector frente a el menoscabo cognitivo.
La investigación destaca de guisa concluyente que seguir la dieta MIND está relacionada con una reducción significativa en el aventura de desarrollar demencia. En las personas evaluadas todas mayores de 45 primaveras, la adición a este patrón nutriente se asocia a menores tasas de aparición de la enfermedad de Alzheimer y otras formas relacionadas de menoscabo neurodegenerativo.
Los investigadores subrayan que quienes mejoraron su adición a la dieta a lo prolongado del tiempo observaron el veterano beneficio: una disminución del 25% en el aventura de demencia en comparación con quienes redujeron la calidad de su dieta.
En caudillo, la puntuación incorporación de cumplimiento de la dieta MIND al inicio del estudio se tradujo en un aventura 9% beocio de padecer demencia; este sorpresa se incrementó hasta aproximadamente del 13% en afroamericanos, latinos y blancos. Los beneficios se manifestaron en todas las edades incluidas en la muestra, lo que sugiere posesiones positivos tanto en etapas de mediana vida como en la vejez.
El exploración comparativo incluso documentó que este plan de víveres superaba de forma consistente a otras dietas consideradas “saludables” en la disminución del aventura de demencia entre la mayoría de los grupos raciales observados.
El doctor Parque de yiprofesor asociado en la Universidad de Hawaii y en Manoa sostuvo: “Los resultados de nuestro estudio confirman que los patrones alimentarios saludables en la mediana y última etapa de la vida y su restablecimiento con el tiempo pueden evitar el Alzheimer y las demencias relacionadas. Esto sugiere que nunca es demasiado tarde para adoptar una dieta saludable para evitar la demencia”.
Origen, progreso y particularidades de la dieta MIND
La Dieta mental (por su sigla en inglés: Intervención Mediterránea para el Retraso Neurodegenerativo) es el resultado del trabajo de la epidemióloga Martha Clare Morris en la Universidad Rush.
Nació de la combinación de dos patrones dietéticos con sólidos informes científicos: la dieta mediterránea y la dieta DASH (Enfoques Dietéticos para Detener la Hipertensión). El objetivo de la dieta MIND es optimizar la vigor cerebral a través de la víveres, seleccionando y priorizando alimentos asociados a neuroprotección.
Entre sus componentes esencia figuran los vegetales de hojas verdes, las bayas, los frutos secos, el pescado y el unto de olivatodos ellos avalados como “saludables para el cerebro” según la evidencia acumulada.
La dieta limita el consumo de carnes rojas, grasas animales y azúcares añadidosbasándose en sus recomendaciones en los alimentos que más podrían contribuir a retrasar la aparición de enfermedades neurodegenerativas.
Efectividad y relevancia en distintos grupos de vida y origen étnico
Un cualidad sobresaliente del estudio es la amplitud de los beneficios observados en diferentes franjas etarias y raciales. Tanto los participantes de beocio vida como los más avanzados evidenciaron reducciones similares en la probabilidad de desarrollar demencia, lo que sugiere la utilidad de adoptar la dieta MIND en cualquier etapa de la vida adulta.
Los exploración por subgrupos mostraron que personas afroamericanas, latinas y blancas experimentaron una reducción del aventura de aproximadamente del 13% al solidarizarse de forma continua a la dieta, una restablecimiento superior al promedio caudillo. Se resalta, encima, que la tendencia a mejores resultados fue especialmente clara en aquellos que inicialmente no seguían la dieta estrictamente, pero mejoraron su adición durante el periodo de estudio.
El estudio siguió a más de 90.000 adultos estadounidenses, de entre 45 y 75 primaveras.
Por el contrario, los beneficios no fueron tan marcados entre participantes de origen oriental yen beocio medida, entre nativos hawaianoslo que plantea preguntas acerca de las diferencias culturales, genéticas o ambientales que pueden estar influyendo en la respuesta a la dieta.
Métodos y repercusión del exploración: datos poblacionales y duración
La investigación realizada a parte por la Universidad de Hawaii se apoyó en datos recogidos desde la término de 1990. El estudio siguió a más de 90.000 adultos estadounidenses, de entre 45 y 75 primaveras en el momento de su incorporación al exploración. Más de 21.000 de los participantes desarrollaron la enfermedad de Alzheimer u otros tipos de demencia a lo prolongado de los primaveras de seguimiento.
El diseño permitió examinar cómo los patrones dietéticos se mantenían o cambiaban a lo prolongado de diez primaveras y evaluar su impacto en la aparición de demencia en una amplia muestra de población diversa, considerando distintos periodos de la vida.
Si acertadamente la protección conferida por la dieta MIND se mostró robusta en la mayoría de los grupos, los hallazgos reflejaron diferencias notables en las poblaciones asiáticas y nativas hawaianas, donde la reducción del aventura no fue estadísticamente significativa. Identificar los mecanismos exactos detrás del sorpresa protector de la dieta MIND y ajustar las intervenciones a las particularidades de cada conjunto social será un próximo paso relevante en el estudio de la prevención de demencia a través de la víveres.