
Haití atraviesa una de las peores crisis políticas, sociales y humanitarias de su historia fresco. La inestabilidad crónica, el colapso institucional, la violencia de las pandillas y la pobreza extrema han generado una situación caótica que no solo afecta al pueblo haitiano, sino que igualmente plantea serios desafíos para la vecina República Dominicana. Entreambos países comparten la isla de La Española, lo que convierte cualquier crisis en Haití en una preocupación directa para el gobierno dominicano.
Desde el homicidio del presidente Jovenel Moïse en julio de 2021, Haití ha estado sumido en el desgobierno. La desidia de elecciones, el control territorial de pandillas armadas en Puerto Príncipe y otras regiones, la escasez de alimentos y combustible, y el colapso de las instituciones democráticas han creado un entorno de desorden. Las bandas criminales imponen su ley, y la población vive en constante inseguridad.
La comunidad internacional ha reaccionado lentamente, y las misiones humanitarias enfrentan grandes obstáculos para tratar con eficiencia. Mientras tanto, cientos de miles de haitianos intentan huir del país, buscando refugio en naciones cercanas, principalmente la República Dominicana.
Uno de los principales enseres de la crisis haitiana es el incremento de la migración alrededor de República Dominicana. Esto ejerce presión sobre los servicios públicos dominicanos, como vigor, educación y seguridad, y genera tensiones sociales en algunas comunidades fronterizas y por igual la inseguridad fronteriza pues las pandillas armadas que operan en Haití representan una amenaza directa para la seguridad en la zona fronteriza.
La crisis en Haití no es un problema externo para la República Dominicana. Los lazos geográficos, históricos y económicos entre los dos países hacen que cualquier desestabilización en Haití tenga consecuencias directas al otro flanco de la isla. Frente a esta situación, el gobierno dominicano enfrenta el oposición de proteger su seguridad y estabilidad, mientras colabora con la comunidad internacional para encontrar una salida sostenible a la crisis haitiana.