La confianza de los consumidores de Estados Unidos ha mejorado sustancialmente en el mes de junio, cuando el índice esmerado por la Universidad de Michigan ha registrado su primera subida mensual tras cinco descensos consecutivos, que habían llevado a la remisión cerca de su minúsculo histórico.

De tal guisa, el documento de confianza se ha situado en junio en 60.5 puntos, frente a los 52.2 del mes inicial, lo que implica una restablecimiento mensual del 15.9% y sitúa el índice en su mejor nivel desde el pasado febrero, aunque en comparación con un año ayer implica una ocaso del 11.3%.

La evaluación de los consumidores de la situación flagrante ha repuntado en junio, con una repaso de 63.7 puntos, un 8.1% superior a la de mayo, pero todavía un 3.3% por debajo de la de hace un año, mientras que las expectativas mejoraron un 21.9% mensual para situarse en los 58.4 enteros, incluso un 16.1% menos que en junio del año pasado.

“La confianza del consumidor mejoró por primera vez en seis meses”, destacó, Joanne Hsu, directora de encuestas de consumidores en el Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan, quien apuntó que la válido restablecimiento en las expectativas va en consonancia con el alivio de las presiones arancelarias.

“Los consumidores parecen haberse tranquilizado en cierta medida tras el impacto de los aranceles extremadamente altos anunciados en abril y la volatilidad política observada en las semanas posteriores”, señala Hsu, quien advierte, sin secuestro, de que los consumidores aún perciben amplios riesgos a la quebranto para la riqueza y, a pesar de la trascendental restablecimiento de este mes, “los consumidores se mantienen cautelosos y preocupados por la trayectoria de la riqueza”.

En cuanto a las expectativas de inflación interanual, estas se desplomaron del 6,6% en mayo al 5,1% este mes, mientras que las expectativas de inflación a liberal plazo cayeron por segundo mes consecutivo, pasando del 4,2% en mayo al 4,1% en junio.

En uno y otro casos se manejo de las cifras más bajas en tres meses, lo que sugiere que el temor de los consumidores respecto del posible impacto de los aranceles en la inflación “se ha atenuado sutilmente en junio”.