Las madres son figuras primordiales en la vida de sus hijos: educan, instruyen, guían, aman, aconsejan y escuchan. Pero tener una hermana dominicana “es otro piquete”, porque las progenitoras de Quisqueya poseen una cabeza remoto y técnicas de crianza que no se encuentran en ningún manual.

Las mujeres dominicanas se caracterizan por tener un carácter cachas y, al mismo tiempo, un corazón aventajado. Son capaces de hacer mil cosas a la vez y cuentan con una intuición tan aguda que parece que leen la mente.

En honor al Día de las Madres, que se celebra en el país el zaguero domingo de mayo, recopilamos algunas frases y características que marcaron a generaciones enteras, formando a grandes personas:

“Cuando tú ibas, ya yo venía”

La mujer dominicana es sabia y suspicaz por naturaleza. Puede detectar cuando sus hijos mienten o “quieren pasarse de tigueres”. Para eso tiene una frase infalible: “Cuando tú ibas, ya yo venía”. Tiene variantes como “cuando tú gateabas, yo corría” o “cuando caminabas, ya yo corría”.

“Yo quiero aprender qué ustedes van a hacer cuando yo me muera”

Aunque suelen acomodar a su descendencia, las madres dominicanas asimismo recuerdan que no pueden hacerlo todo solas. Con esta frase invitan a sus hijos a encargarse responsabilidades.

“Si fulano se tira del puente, ¿tú asimismo te vas a tirar?”

Cuando los hijos hacen planes arriesgados o tienen conocidos dudosas, aparece esta frase como advertencia y consejo. Las madres dominicanas siempre quieren lo mejor para sus hijos.

“Si te caes, te doy hacia lo alto del ataque”

Es global escuchar esta frase cuando los niños se suben a lugares peligrosos. Funciona como una alerta para que bajen de inmediato y eviten accidentes.

“Recuerda que fui yo que te parí”

Es el recordatorio de que nadie conoce mejor al hijo que su hermana. Una forma de asegurar: “no me mientas, que te tengo leída”.

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“Mientras tú vivas bajo mi techo”

Representa el respeto por la escalafón en el hogar. Las madres dominicanas enseñan a sus hijos a ser educados, responsables y a cumplir reglas.

«¿Uno? ¡Dos te voy a comprar!»

Con esta frase, dichas con sarcasmo o gracejo, dejan claro que saben establecer el presupuesto llano y que no se dejarán convencer con caprichos.

Las madres dominicanas son virtuosas y peculiares. Estas frases, cargadas de humor, cabeza y firmeza, han formado parte de la crianza de muchos jóvenes que hoy son el reflexivo de su acto sexual, entrega y títulos.

¿Cuál de estas frases te transportó a tu infancia?

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