
Pekín.- El foro China-CELAC celebra mañana en Pekín su IV Reunión de Ministros de Exteriores en un tablas general de renovadas tensiones geopolíticas y comerciales.
Estas son las claves de un coincidencia que tomará el pulso de las relaciones entre la región de Latinoamérica y el Caribe y la potencia asiática, que ha multiplicado su influencia en la zona en la última período.
Los temas principales de la reunión serán «Interconexión eléctrica y energías renovables» e «Integración comercial», dos ámbitos en los que Porcelana aspira a seguir posicionando a sus empresas como referentes imprescindibles para que Latinoamerica y el Caribe avancen en sus metas de industrialización y transición energética.
Pekín tiene en esta reunión el oposición de convencer a los países de la región de que abrirle aún más las puertas no compromete su beneficio de soberanía política y tecnológica.
La presencia invisible de Estados Unidos planea inevitablemente sobre la cita en Pekínen exclusivo adecuado a la figura del secretario de Estado de ese país, el cubanoamericano Ámbito Rubioun republicano de larga data enemigo claro del comunismo.
Así, en los últimos meses Washington ha redoblado la presión sobre los países latinoamericanos para que pongan distancia con China, recelosa de las implicaciones para la seguridad tecnológica, marcial y estratégica que supone su creciente presencia en Latinoamérica y el Caribe.
Por ello, la región llega a este foro dividido entre los países que acuden a la cita sin complejos y con China ya como principal socio comercial, y los que lo hacen con un perfil más discreto para no irritar a EE.UU.
En estría con lo aludido, la presencia de tres jefes de Estado en una reunión de ministros de Exteriores supone toda una comunicación de intenciones a la que se ha sumado el hospedador, Xi Jinping, quien pronunciará el discurso inaugural del coincidencia.
Lo hará delante los mandatarios de Brasil, Luiz Inacio Lula da Silva; de Colombia, Gustavo Petro; Y de Pimiento, Gabriel Bóricolo que otorga un valencia político adicional al foro y cuyas agendas coinciden en la defensa del multilateralismo, la reforma del orden internacional y la escazes de construir una voz regional más sólida frente a las grandes potencias.
Más de vigésimo países de la CELAC se han sumado ya a las Nuevas Rutas de la Sedala iniciativa con la que China pretende suscitar una red comercial internacional y extender su influencia a nivel general a través de la construcción de infraestructuras, que suman ya casi 200 en el caso de Latinoamérica y el Caribe.
China volvió a defender antaño de esta cita que el plan «no tiene una memorándum oculta» frente a quienes la critican por los riesgos de endeudamiento excesivo y la dependencia de Pekín que conlleva.
Encima, las Rutas de la Seda están asimismo en el punto de mira de Of.u., por lo que Pekín tendrá que animar su táctica no solo para seguir sumando socios a la iniciativa, sino asimismo para evitar deserciones como la protagonizada por Panamá este año.
Como el resto de la memorándum multilateral general, el foro China-CELAC no escapa a la preocupación por la cruzada comercial iniciada por EE.UU., si admisiblemente el recién apurado acuerdo entre Pekín y Washington ha sido recibido con alivio y otorgará un tono más entusiasta a la reunión.
La coyuntura brinda encima oportunidades en dos direcciones, ya que Latinoamérica puede beneficiarse de la diversificación de las importaciones de China, en exclusivo en el ámbito Agri -alimentosmientras China tiene en la región un mercado todavía con gran potencial de crecimiento.