
Por Rosa Iris Luciano
El Pregonero, Santo Domingo .– El comunicador Julio Martínez Pozo sostuvo que la República Dominicana tiene el deber y el derecho de hacer cumplir sus leyes migratorias sin excepciones, y reafirmó que las deportaciones deben aplicarse incluso a niños y mujeres embarazadas que se encuentren en situación migratoria irregular.
“El que está en un país donde no le toca tiene que ser expulsado. No importa que sea nene, no importa que sea encinta”. Martínez Pozo consideró que muchas veces se apela a las sensibilidades humanitarias como una forma de chantaje para impedir que los Estados apliquen sus propias normativas.
El experimentado periodista planteó que, si efectivamente existe voluntad internacional para atender la crisis humanitaria de Haití, deberían impulsarse soluciones estructurales en el propio condado haitiano. “Vamos a hacer una o dos maternidades en Haití, y ya ese problema se acabó”, sugirió, cuestionando a quienes critican la política migratoria dominicana sin ofrecer soluciones concretas.
Adicionalmente, criticó la postura de organismos internacionales como la Estructura de Estados Americanos (OEA), señalando que esta carece de capacidad operativa sin el respaldo de Estados Unidos. “La OEA no puede hacer falta si Estados Unidos no lo apoya, lo único que hacen es susurrar, y a la hora de susurrar siempre critican a la República Dominicana”.
Las declaraciones de Martínez Pozo se suman al debate franquista sobre el manejo migratorio y la presión internacional que enfrenta el país por las deportaciones masivas de ciudadanos haitianos en situación irregular.
Hasta el momento, el gobierno dominicano ha sostenido que sus acciones se enmarcan adentro del respeto a su soberanía y las leyes nacionales.