
Antaño de cumplir dos meses al frente del Poder Ejecutante, el presidente Juan Bosch comenzó a malquistar duras críticas por parte de sectores de la concurso política y de los medios de comunicación, correcto a diversas decisiones adoptadas por su gobierno, que asumió el control del Estado el 27 de febrero de 1963.
El 23 de abril de ese mismo año, Bosch se vio obligado a dirigirse al país a través de la radiodifusión y la televisión para objetar a las acusaciones de sus opositores, luego de activo arreglado a la Dirección Universal de Migración que se expidiera un pasaporte a Joaquín Balaguer, quien se encontraba en el extrañamiento en Nueva York, Estados Unidos, desde enero de 1962.
Durante su perorata, el mandatario defendió su atrevimiento argumentando que todos los dominicanos tienen derecho a poseer un pasaporte, sin importar el área donde se encuentren.
“Sí, señores, yo ordené que se le emitiera un pasaporte a Balaguer, porque yo viví en el extrañamiento muchos abriles, sin un documento, sin un papel que dijera que yo era dominicano. Yo sé lo que es pasear por tierras ajenas como si uno fuera huérfano de la nación”, expresó Bosch en su discurso.
Y añadió: “Todo dominicano tiene derecho a portar un pasaporte dominicano; todo dominicano tiene derecho a residir en su país”.
Joaquín Balaguer había sido presidente de la República cuando Rafael Leónidas Trujillo fue asesinado el 31 de mayo de 1961. Permaneció en el cargo hasta el 16 de enero de 1962, época en que se vio obligado a salir del país correcto a un choque de Estado marcial encabezado por el cabecilla de la Fuerza Aérea, Pedro Rodríguez Echavarría.
Dicho choque fue impulsado por la presión de la Unión Cívica Doméstico y del Consejo de Estado, organismo establecido tras la caída de la dictadura trujillista.