
Fundada en Pamplona en 1962 y con sede además en Madrid desde 2018, la Clínica Universidad de Navarra comenzó hace quince primaveras a impulsar su presencia internacional. Es un centro médico puntero en España, tanto en presencia clínica como en investigación, y presentó en Santo Domingo su Centro de cáncerparticularmente sus técnicas de protonterapia. José María Gutiérrez de Cabiedes, director de dicho centro y Director de Avance de la CUN, accedió a una entrevista.
—¿Qué es la protonterapia?
La protonterapia frasco radioterapia de precisión. En la radioterapia convencionalla radiación es difusa. Se radia el objetivo, pero al mismo tiempo es muy difícil no dañar los tejidos circundantes, que son tejidos sanos. Con la protonterapia conseguimos anciano precisión. Es tecnología de protonesmientras que en la tecnología tradicional son fotones.
—¿Está especialmente indicada para un tipo de cáncer o un peña de pacientes específico?
En la población pediátricapor ejemplo, la protonterapia no se discute porque los bienes de la radiación innecesaria se muestran a medio-largo plazo. En niños que tienen una expectativa de vida muy elevada, introduces toxicidad innecesaria en tejido sano con radioterapia. Al límite de los primaveras, pueden darse consecuencias nefastas, como la aparición de tumores inducidos por la propia radioterapia innecesaria. O para las mujeres, cuando se tiene que irradiar la mama izquierda, que está al banda del corazón. O mujeres gestantes que desarrollan un cáncer en el sistema nervioso central. Con la protonterapia se llega a irradiar de forma muy precisa sin afectar al bebé. Las aplicaciones son enormes.
—¿Esta tecnología es europea, norteamericana…?
La protonterapia se aplica con un maquinaria que ocupa aproximadamente un campo de tenis. Una parte muy importante es la equipación que acelera los haces de protones. Es un circuito donde se aceleran esos protones y salen a través del llamado gantry, que es un dispositivo capaz de rotar 360 grados aproximadamente del paciente y pesa cerca de 140 toneladas. De esa forma, puede irradiar con perfecta precisión cada uno de los objetivos que se le han establecido. El de la CUN es tecnología japonesaque es la única que tenía la posibilidad de rotar 360 grados aproximadamente del paciente.
—Equipo… ¿y especialistas?
Para poder irradiar con protones a un paciente, necesitas un equipo médico de entendido en oncología radioterápica muy cualificados, radiofísicos clínicos, que son los que ayudan a delimitar la cantidad de radiación que hay que utilizar. Tienes enfermeras especializadas, porque requiere una preparación del paciente y un seguimiento específicos. Y tienes unos profesionales que ayudan a los médicos, los dosimetristas, que ayudan a contornear o a precisar el campo que se va a irradiar.
—Podemos ojear en los medios investigaciones que apuntan a que el cáncer será una enfermedad crónica, pero no mortal. ¿Está de acuerdo?
De hecho, eso ya está sucediendo con algunos cánceres. Los más prevalentes, como son los de próstata en varones o los de mama en mujeres, en su inmensa mayoría se han cronificado. No todos, claro, hay algunos que siguen siendo muy peligrosos. Estoy pensando en el de mama triple agorero, pero muchos otros se han conseguido cronificar e incluso curar.
—¿Esta supervivencia viene acompañada de una buena calidad de vida?
¡Sí! Por ejemplo, las tasas de supervivencia en casos de cáncer de próstata son enormes. La enfermedad no solamente ha sido cronificable, sino que, en muchos casos, las secuelas se han controlado. Ahora se consigue perfectamente conservar la función sexual y la función de continencia. Todavía quedan algunos muy específicos que son particularmente agresivos donde desatiendo avanzar mucho, como el cáncer de pulmón, el cáncer de hígado y páncreas, y algunos específicos del sistema nervioso central, particularmente en el caso de los niños. En cambio, en los cánceres del sistema digestivo se ha liberal extraordinariamente.
—La tecnología para curar… ¿y para detectar?
Hay mejor tecnología para curarlos o cronificarlos, y cada vez hay más tecnología para diagnosticarlos de forma muy auténtico.
—¿La protonterapia es una terapia aceptada en todo el mundo?
Las indicaciones que se van incorporando en las guías clínicas para utilizar la protonterapia están claramente al encarecimiento. He hablado de los niños, pero además para cánceres de habitante y cuello, con tejidos que son muy delicados, porque la radiación innecesaria de tejidos sanos tiene unas consecuencias gravísimas.
—¿Son tratamientos caros?
Es una tecnología que tiene un coste más elevado que la radioterapia convencionalpero lo que transmitimos en la Clínica Universidad de Navarra es que aquel que puede afrontar esa diferencia o que su compañía aseguradora lo cubre, rara vez duda en utilizar la protonterapia. No se daña tejido circundante y evita secuelas que se puedan visualizar o aparecer con el tiempo.
—¿La medicina es cada vez más un negocio, las clínicas son empresas?
La Clínica Universidad de Navarra es una institución sin talante de rendimiento, no tiene un asociado detrás que le pida unos resultados específicos, no estamos obligados a dar un dividendo a un propietario. Todos los excedentes que obtenemos se reinvierten en tecnología y en mejorar la cualificación de nuestros profesionales. Y otra parte muy importante se reinvierte en la gestación de conocimiento, en investigación.
—¿Qué tipo de cáncer está creciendo?
Los últimos datos muestran una incidencia de origen todavía no confirmado en cánceres digestivos en población particularmente verde. Personas con 30, 35 primaveras, y se desconoce exactamente cuál es el motivo. Se sospecha que puede activo parte conductual, hábitos de vida, comida, pero no está cerrado que ese sea el único origen, por lo menos de esa variación significativa en la aparición de cánceres digestivos en población relativamente verde. Internacionalmente, se está haciendo un esfuerzo enorme en investigación sobre el cáncer de pulmón.
—¿Son investigaciones dirigidas a la personalización de los tratamientos?
Tanto en los cánceres ginecológicos como en el cáncer de pulmón, parte del avance ha venido por el expansión de la genética y de la genómica, la identificación específica de variables genéticas que hacen que se pueda tratar un cáncer de forma específica. Y en el cáncer de pulmón, la aparición de estudios que permiten ver mutaciones genéticas específicas ha hecho además potenciar la inmunoterapia. Es la otra punta de vara en la curación del cáncer: permite predisponer mediante fármacos al sistema inmune para poder detectar el cáncer y combatirlo. El hecho de poder tener la identificación de las mutaciones genéticas específicas de ese cáncer que tiene el paciente es lo que motivó que se empezara a dialogar de medicamento personalizada y no de cáncer en caudillo.
—¿Tiene la CUN una pelotón pediátrica de cáncer?
Tenemos un dominio de cáncer pediátrico única que está presente en las sedes de Pamplona y de Madrid y que está compuesta por oncólogos pediátricos, por pediatras y por un equipo de soporte, obviamente, de oncología radioterápica y de botiquín especializada además. Es una de las 14 áreas que tiene el Centro de Cáncer de la Clínica Universidad de Navarra.
—La Universidad de Navarra tiene un Centro de Investigación Biomédica, CIMA. ¿Investigan sobre cáncer?
En el CIMA hacemos investigación indicación básica, dirigida a estudiar los mecanismos por los cuales se origina la enfermedad, y una investigación aplicada. Concretamente, hay un peña de investigación dedicado a tumores sólidos pediátricos que ha desarrollado un prueba clínico del que ya se tienen los resultados. El objetivo es tratar un cáncer en niños que tiene un pronóstico infausto, un cáncer muy agresivo por el que los niños fallecen en tres o cuatro meses a posteriori del diagnosis.
—¿Tienen ya resultados?
Sí, de esta primera etapa. Básicamente, es el expansión de un virus oncolíticoun virus que se modifica y se introduce en el pequeño y ayuda al cuerpo a crear una reacción que permite combatir el tumor que está desarrollando. Eso llevó a duplicar, de media, la esperanza de vida de esos niños y, en algunos casos extremos, incluso a triplicarla. Ese estudio se publicó en el New England Journal of Mediciney el peña de investigación ya está trabajando en la segunda y tercera etapa del prueba.
—¿Qué ofrece la Clínica al paciente dominicano que no encuentre aquí o en Estados Unidos?
Ponemos en valencia dos cosas. La primera es calidad asistencial. Asiduamente, el ciudadano de República Dominicana con seguro de vigor con cobertura internacional piensa en Estados Unidos para sus tratamientos. Nosotros estamos explicando que el nivel de calidad asistencialel nivel de ofrecimiento en cuanto a posibilidades diagnósticas y terapéuticas es perfectamente homologable a las que se ofrecen en los mejores hospitales norteamericanos. Pero que hay un componente que hace que un paciente de República Dominicana encuentre una diferencia extraordinaria: la proximidad cultural y filología. En momentos en que uno está enfermo o sospecha que está enfermo, tener un entorno amable, cercano, más conocido, permite sentirse mucho más confortable en un momento mucho más delicado.
—Poco importante: ¿lo cubre el seguro?
Sí, es una pregunta que nos hacen. Puede tratarse en la CUN afrontando el pago directamente o a través de la cobertura de compañías aseguradoras. Y sí, hay compañías en República Dominicana cuyos seguros internacionales incluyen presencia en la Clínica.