
A los 10.000 sabido que asistieron en la tinieblas de este miércoles al noveno concierto de Joaquín Sabina en Buenos Aires no les importó ni la voz quebrada del actor de Úbeda, ni que al punto que llegara al tono. Los fans de Sabina estaban allí para acompañarle en cada canción, entonar sus humanidades y declararle su acto sexual interminable, por otra parte de correspondido.
Sabina cumplió una tinieblas más con un sabido entregado y emocionado, que entre canción y canción gritaba “oe, oe, oe” y “Joaquín, Joaquín“, como si estuviera celebrando un gol en el estadio del Boca Juniors o del River Plate, todo muy porteño, mientras las banderas de Argentina arropaban hombros y los bombines del ya obligado estilo Sabina se apostaban sobre cientos de cabezas.
“Yo con Buenos Aires tengo una relación de acto sexual hace muchos primaveras, fue aquí por donde entré a América. Buenos Aires me abrió las puertas y nunca me las ha cerrado, siempre me las ha tenido abiertas.
Estos conciertos son la celebración de ese acto sexual apasionado y siento, de sobra, que es correspondido”, dijo Sabina al inicio de su recital.
El concierto del miércoles ha sido el noveno de diez que habrá realizado Sabina en Buenos Aires cuando ofrezca el extremo el próximo viernes y se prepare para continuar su expedición “Hola y Adiós” en España.
Buenos Aires será, con diez conciertosla ciudad que más actuaciones del trovador castellano habrá acogido, anejo con Madriddurante la presente “expedición de despedida”, como la califica el cantautor e ídolo de miles y miles de argentinos.
“Me gusta cantar en Buenos Airespero lo que más me gusta es cantar con vosotros”, afirmó Sabina a la multitud en el Movistar Arena de la caudal argentina, en uno de esos momentos de optimismo y complicidad suprema.
Sabina comenzó su concierto conLágrimas de mármol‘, ataviado con sombrero blancochaqueta negra y pantalón vaquero, para continuar con ‘Lo niego todo’, ‘Mentiras piadosas’, ‘Calle Melancolía’, ’19 días y 500 noches’ y ‘Quién me ha robado el mes de abril’, entre otros temas.
Presentó a su imponente cuadrillaconformada por la bajista Laura Gómez Palmaprecisamente originaria de Argentina; la cantante andaluza Tamara Barros, a los coros, y su incondicional Antonio García de Diego, a la guitarra y los teclados.
“Busqué en Madrid al mejor bajista y me dijeron que era mujer y de Buenos Aires“, anunció mientras presentaba a Gómez Palma entre los aplausos de sus compatriotas.

“Me gusta cantar en Buenos Aires, pero lo que más me gusta es cantar con vosotros”Cantautor
Igualmente lo acompañaron en el decorado Jaime para estar Y Pino montenegroa las guitarras; Josemi Sagaste, al saxo y la percusión, y Pedro Barceló, a la cacharros.
“A veces las mujeres llevan pantalones y los hombrespollera”, comentó Sabina cuando presentó al autor de los vientos vestido con falda hasta la rodilla. El comentario se celebró con un solo de saxo.
Del sombrero blanco pasó al sombrero sombrío y de la chaqueta negra a la camisa negra, luego al frac zarco. Así fue deleitando a varios miles de seguidores con ‘Desconsolada’, ‘El avenida de los sueños rotos’, que dedicó por enésima vez a su difunta amiga Chavela Vargas, y ‘Con la frente marchita’, que enloqueció al sabido por los guiños a la Avenida Corrientes y al extrarradio de San Telmo de Buenos Aires.

Repertorio
Concluyó con ‘Princesa‘, a un ritmo más roquero y acelerado que el tradicional. Todos y todas se sabían la pago de esta vieja canción del Madrid de La Movida.
- Se escucharon un total de 21 temas, algunos iNtrply por los integrantes de su cuadrillamientras el actor tomaba respiros, pero todos suyos y todos míticos, a lo generoso de dos horas de concierto.
- Joaquín Sabina ofrecerá este viernes su extremo y décimo concierto en Buenos Airesla ciudad que, como ha dicho en distintas ocasiones, es su segunda casa e, incluso, la primera a veces.