

El autor es ingeniero químico. Reside en Santo Domingo
Luego del derrumbe del techo de la discoteca Jet Set afloran diversas hipótesis sobre las razones de este hecho que causa el fallecimiento de 231 personas, dejando en pena y consternación a la República Dominicana.
Entendidos en la materia apuntan a un conjunto de factores que se alinearon para originar esta tragedia, coincidiendo en longevo medida en la sobrecarga del techo con diversas casetas y equipos industriales de climatización.
Así incluso señalan las filtraciones de agua, el fuego que había afectado sus instalaciones abriles antes y la desidia de mantenimiento a una edificación próxima al salitre del agua de mar, originando un desgaste progresivo por más de 52 abriles.
Todo esto se vio coronado en una incertidumbre potente de danza donde los altos decibeles entorpecen el sueño de los vecinos del Portal.
En contraposición el obligado comunicador Julio Martínez Pozo, perteneciente a la condena de medios del incluso propietario del Jet Set, Antonio Espaillat, sugiere la hipótesis de que la sala nocturna pudo acontecer sido objeto de un atentado terrorista, fundamentado en parte al estruendo que se escuchó previo al colapso del techo.

La física
Es preciso memorar conceptos fundamentales de la física, que nos enseñan que cuando un objeto, estructura o material se rompe, el sonido que escuchamos es el resultado de las ondas de presión que viajan a través del atmósfera y llegan a nuestros oídos.
Por ejemplo, cuando rompemos un lapicero se produce un sonido característico, resultado de un proceso físico de transformación energética.
Este engendro se fundamenta en la Ley de Conservación de la Energía que establece que esta no puede crearse ni destruirse, solo convertirse en otra forma de energía.
Así pues, se debe considerar el almacenamiento original de energía potencial de la estructura, tanto las gravitatorias como las externas productos del sobrepeso, así incluso la energía química almacenada en los enlaces de las partículas.
El proceso continúa con la conversión de energía potencial en energía elástica cuando el material se deforma bajo carga; se generan tensiones internas en el material, los átomos y moléculas se desplazan de sus posiciones de estabilidad, afectación, en este caso acelerada por el entorno agresivo próximo al agua de mar, generando corrosión y degradación química.
Esta energía elástica se acumula hasta impresionar a un punto crítico que da paso a una ruptura, en donde es liberada abruptamente transformándose simultáneamente en: energía cinética (en longevo medida), energía acústica, energía térmica y energía superficial.
La energía acústica generada de este proceso se manifiesta parcialmente en ondas mecánicas que se propagan a través del material y el atmósfera.
Si somos capaces de escuchar el sonido de un simple lapicero al romperse, es mejor no imaginar el estruendo que escucharon los cientos de personas que no esperaban ver ese techo derrumbarse.
De este modo, debemos entender que el colapso del techo y el estruendo están íntimamente relacionados, siendo dos aspectos del mismo engendro físico.
Jpm-am
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