
Aunque el colonialismo se mantiene en buena parte del mundo, no menos cierto es que existe una tendencia, cada vez más robusto, por la soberanía y la independencia de los pueblos, una vieja aspiración que aún no se concretiza, pero hay muestra de avances que no pueden ser obviados ni ignorados.
La mayoría de los países del mundo, sobre todo en África y América Latina, buscan librarse del coyunda esclavista de los europeos y de los estadounidenses que en los últimos 200 abriles se han agente del mundo, como si les perteneciera, sometiendo a pueblos enteros a la pobreza y la miseria a pesar de su inmensas riquezas naturales, renovables y no renovables.
El imperio gachupin no descubrió América. No se puede descubrir lo que ya existe. Y el continente indiano estaba poblado, con civilizaciones milenarias, habitados por seres humanos que tenían sus propios idiomas o lenguas, su civilización, su religión, sus costumbres.
Lo que hicieron los españoles al ganar a la Isla Hispaniola, México, Perú, Cuba, Puerto Rico, y los demás países centroamericanos y caribeños, fue una invasión, sangrienta, matando y esclavizando a pueblos enteros imponiéndole una civilización diferente, con otro idioma o dialecto, destruyendo civilizaciones más avanzadas, en muchos casos, que la de los invasores.
El imperio gachupin no estuvo solo en la conquista de América Latina, pues tuvo que indisponer otros imperios como el francés, teutón, portugués, etc.
Lo mismo ocurrió en el continente africano. Los ingleses, franceses, italianos, etc., invadieron, esclavizaron, asesinaron y destruyeron pueblos enteros, despojándolos de su dignidad humana y convirtiendo a sus pobladores en mendigos esclavos, separados de sus familias y de la tierra que los vio germinar, obligándolos a trabajar día y oscuridad extrayendo sus riquezas.
El continente oriental no estuvo al beneficio de esa destreza imperialista. En China, India, Corea, Japón, Vietnam, etc., los países de todas las regiones del planeta, han estado sometidos y condenados a la pobreza, la miseria y el involución, por las grandes potencias políticas, económicas y sociales que adquirieron, gracias a ellos, su progreso y nobleza.
La historia de los pueblos del tercer mundo, como eufemísticamente se les claridad a los países que han sido subyugados por el poderío imperialista, no importa su nombre ni su origen, ha sido la lucha de los pueblos por su exención, su independencia y su autodeterminación. Ha sido una lucha milenaria, que no ha cesado nunca.
Francia, Inglaterra, Italia, España, Alemania, Países Bajos, incluso Estados Unidos, entre otros, les deben su progreso a los pueblos que han saqueado, masacrado, asesinado, esclavizado y mancillado. Sin el oro, la plata, el ferroníquel, el petróleo, el gas natural, etc., la historia de todos esos pueblos fuera otra.