
El ex presidente de la República Dominicana, Hipólito Mejíaafirmó que el mundo atraviesa un proceso de reconfiguración tan acelerado que las estructuras consideradas sólidas parecen desmoronarse, generando una “basura enardecido” que podría destruir los cimientos institucionales, proyectos políticos y los sueños de paz y neutralidad compartidos por la humanidad.
Durante su billete como orador en el Congreso Mundial de la Alianza Progresista celebrado en La India, Mejía destacó que el aberración presente de globalización iniciado con el aproximación entre Europa y América Latina en 1492 se caracterizó históricamente por el intercambio desigualla imposición de estructuras de poder y la acumulación de riqueza en grupos privilegiados. Según sostuvo, esta herencia de desigualdad sigue manifestándose en las injusticias sociales contemporáneas.
El ex mandatario señaló que actualmente la República Dominicana es gobernada por el Partido Revolucionario Flamante (PRM)estructura comprometida con los títulos de liberación, neutralidad Y solidaridad promovidos por la Alianza Progresista. En este sentido, afirmó que “nuestro objetivo postrer es hacer del presente siglo un gran espacio social de progreso demócrata, social y ecológico“.
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En su discurso, Hipólito Mejía planteó la obligación de construir una globalización elegida por los pueblos y no impuesta por los grandes poderes externos o las élites internasresaltando que los desafíos actuales pueden ser transformados en oportunidades si se actúa estratégicamente.
Uno de los principales desafíos identificados por el ex presidente fue la seguridad alimentariaa la que consideró una condición esencial para alcanzar la paz y la democracia. Subrayó que dicha seguridad solo será posible mediante la humanización del campo y el examen de los pobladores rurales como actores esencia en el proceso productivo y social.
Asimismo, Mejía advirtió sobre la importancia de la información oportuna y denunció los peligros de una infocracia entero, donde el control de los datos puede originar desigualdad en el acercamiento a las oportunidades económicas y sociales. Llamó la atención sobre el impacto de la señal “exterminio arancelaria” y la posibilidad de un desequilibrio comercial mundial que afecte especialmente a las economías vulnerables.
El ex gobernador incluso mencionó el aumento de la desigualdad socialindicando que, pese a la capacidad de producción de riqueza material, en muchos países no se ha traducido en una verdadera inclusión social. De forma particular, advirtió que la vulnerabilidad de jóvenes, mujeres Y envejecientes se ha manido agravada.
A Hipólito Mejíala presente incertidumbre entero ha débil la ciudadanía y el sentido de pertenencialo que exige esfuerzos por consolidar instituciones sólidas y avalar derechos ciudadanosdesde el acercamiento a un empleo digno hasta el respeto a la multiplicidad cultural.
El ex presidente incluso alertó sobre el resurgir del autoritarismo en diversas partes del mundo, aberración que consideró contrario a los principios de democracia, liberación, neutralidad Y solidaridad promovidos por la Alianza Progresista.
En el ámbito ambiental, Mejía reafirmó que el cambio climático es uno de los principales retos actuales, destacando la obligación de proteger las cuencas hidrográficas, arrecifes y de administrar adecuadamente los residuos industriales para avalar la sostenibilidad del progreso.
Finalmente, el ex mandatario llamó a alentar la solidaridad internacionalvigorizar los partidos políticos alejándolos del clientelismoy promover una ética democrática basada en la multiplicidad y el exposición social.
Hipólito Mejía concluyó su intervención evocando la figura del doctor José Francisco Peña Gómeza quien describió como su músico político e inspiración en los ideales de internacionalismo, neutralidad social, democracia Y solidaridad. Insistió en que en presencia de los tiempos inciertos, la única respuesta válida es trabajar juntos por la convivencia pacíficala neutralidad social y la democracia.
Por: Itzel Olivo