
El ministro de Energía y Minas, Joel Santos, ha reiterado las inversiones que contempla el Gobierno para sujetar las pérdidas, mejorar y universalizar el servicio eléctrico.
Serían 450 millones de dólares en la transmisión y 200 millones anuales en la distribución.
Pero con los apagones que han vuelto a castigar a los consumidores para promesas está más que bueno. El Gobierno debe proceder con los proyectos para contraponer una crisis que, si proporcionadamente no tiene la magnitud de otros tiempos, todavía genera mucho malestar en la población.
Casi desde que fue designado en el cargo Santos ha hablado de las inversiones que no acaban de cuajar para contraponer el problema eléctrico.
Se ha llegado hasta a sospechar que la crisis se relaciona con un plan para demostrar la privatización de las distribuidoras, como aspiran algunos sectores.
Aunque intervengan distintos factores a la concurrencia le cuesta aceptar el nivel de pérdidas con que operan las distribuidoras, en tanto las autoridades se conforman con el anuncio de los mismos proyectos.
Con las inversiones y los niveles de crecimiento de República Dominicana los apagones son una vergüenza.