
A pocas semanas del vallado del año escolar 2024-2025el panorama educativo en República Dominicana revela profundas grietas estructurales, alimentarias, tecnológicas Y pedagógico. Doce abriles posteriormente de la implementación del 4% del PIB para la educación, los problemas que debieron superarse siguen en pie, y muchos parecen haberse agravado.
Con más de 309 mil millones de pesos asignados al Profesión de Educación este año, las expectativas eran altas. Pero un repaso realizado por N Investiga demostró que, más allá de los discursos, el sistema sigue fallando en su promesa de respaldar una educación pública de calidad.
Infraestructura al borde del colapso
La Escuela Básica San Rafaelubicada en el arrabal Las gandulas, presenta serias deficiencias: techos agrietados, baños insalubres y aulas sobrepobladas.
En el Escuela Juan Pablo Duarte, las condiciones son igualmente precarias. “Parece una penitenciaría”, se comentó al observar candados en las puertas, ventanas rotas y basura en el suelo. El director, Victorino Germosén, justificó: “La suciedad del curso se debe a que en ocasión de llevarlo al zafacón, lo tiran al adoquinado”.
Amontonamiento y escasez de personal
La sobrepoblación escolar sigue siendo una constante. En la escuela San Rafael, “en la tarde, están de 40, 42, pero los de la mañana, en auténtico tenemos 30. Primero se quedan 34, 35; segundo 36, 37”, detalló la directora.
La viceministra de Servicios Técnicos y Pedagógicos del MINERD, Ancell Scheker, reconoció el problema: “Esto ha ido mejorando, y nosotros tenemos un promedio de unos 25 estudiantes por clase, pero efectivamente, en las zonas que te señalé no es así”.
En muchas escuelas rurales, como las ubicadas en Monte Plata, los docentes deben caminar largos tramos oportuno a caminos intransitables. N Investiga documentó cómo algunos profesores deben bajarse de pasolas y recorrer a pie varios kilómetros para montar a sus centros.
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Provisiones escolar: azúcar, harina y frustración
Uno de los hallazgos más reveladores fue la intranquilizante calidad nutricional de los alimentos escolares. En varias visitas, se comprobó que el desayuno consistía en un bollo y crema azucarada con 29 gramos de azúcar más 8.5 agregados.
Aunque Ancell Scheker aseguró que “el 70% recibe tanto desayuno como refrigerio, con un menú ya establecido”en la maña, los alimentos consisten en harinas refinadas y altos contenidos de azúcar. El refrigerio incluso deja mucho que desear. En el Escuela Juan Pablo Duarte, los estudiantes evitan las sardinas del menú. El director explicó: “No porque sea mala, es que ellos no tienen civilización en sus hogares”.
La viceministra Scheker argumentó: “Parte del software de viandas escolar es incluso la educación en la mantenimiento y la viandas sana, pero ciertamente con algunos platos es difícil”.
Agua, baños y dignidad
N Investiga mostró cómo en muchos centros escolares no hay paso a agua potable ni condiciones mínimas de higiene.
En San Rafael, los estudiantes se lavan las manos con agua sucia almacenada en tanques. “Eso está proporcionadamente como para el inodoro, pero los niños no se lavan las manos con eso”, relató un conserje. En presencia de la desliz de jofaina funcionales, una empleada se sienta con un pote de agua para humedecer las manos de los niños al salir del baño.
Scheker admitió la situación: “Tenemos retos en algunas zonas donde todos sabemos que el agua no llega todos los días…”.
Tecnología y talleres: el desfase educativo
En el Instituto Politécnico Santa Ana, en Gualey, la desliz de equipos modernos para la formación técnica es otra gran pasión revelada por N Investiga. “Nosotros tenemos que hacerlo en el clase. Por ejemplo, la maestra de química lo pone a hacer agasajo con una estufita, porque este espacio no está adecuado para funcionar como laboratorio”, explicó el profesor Leonardo Acosta.
Sobre las computadoras, un técnico del centro detalló: “Esas computadoras tienen que ser de casa de campo o sexta coexistentes, y ya van por la doceava o treceava… necesitamos equipos modernos que se adapten al mercado”.
La situación es la misma en los talleres de música, donde solo hay ocho guitarras, muchas de ellas dañadas, para decenas de estudiantes.
Jornadas perdidas y conflicto sindical
Según datos, el año escolar ha sufrido interrupciones significativas. EDUCA señala que provincias como La Vega han perdido hasta 47 jornadas. Darwin Caraballo, director ejecutante de la ordenamiento, expresó: “Se dan ese tipo de distorsiones… cuando los canales de diálogo están abiertos en el país, cuando hay un Profesión de Educación que audición”.
La ADP respondió con dureza. Juan Valdez, director ejecutante del Observatorio Educativo sostuvo: “El Profesión de Educación provoca la pérdida del 25% del calendario escolar por no cumplir con las deposición básicas de las escuelas públicas”.
Ambas instituciones coinciden, sin incautación, en que estas interrupciones afectan de forma irreversible el educación. “La educación requiere de un proceso sistemático, acumulativo. Si se interrumpe un día o dos, luego tienes que retornar a iniciar desde cero”, advirtió Caraballo.
¿Pasó con 100 el MINERD?
A pesar del sombrío panorama revelado por N Investiga, Becker evaluó de forma positiva la trámite: “Este año escolar 24-25, a pesar de retos y desafíos, lo valoro de modo positiva”.
Pero Juan Valdez, del Observatorio Educativo de la ADP, contradijo esa visión: “No podemos seguir tolerando una trámite de la educación pública que sea una condena a la ignorancia, una condena a la pobreza”.
Una deuda con el futuro
Entre la precariedad y el desidia institucional, los verdaderos héroes de este año escolar han sido los estudiantes, maestros y directivos que, como los de la Escuela San Rafael de los Gandules, hacen lo ficticio con lo poco que tienen.
Pero la bondad no sustituye el agua, el azúcar no nutre, y las buenas intenciones no bastan. Mientras el sistema educativo no sea verdaderamente transformado, los más vulnerables seguirán siendo rehenes de una educación que no les garantiza ni presente ni futuro.