
Santo Domingo, Ha fallecido a los 98 primaveras doña Mary Pérez de Marranzini, presidenta “ad vitam” de la Asociación Dominicana de Rehabilitación, entidad que fundó en el año de 1963 y a la que dedicó más de 60 primaveras de su vida, según una nota remitida por la entidad.
Mary Pérez Marranzini nació el 20 de septiembre de 1926, hija de Celso Pérez López y Carmen Pintado de Pérez. En 1949 contrajo connubio con Constantino Marranzini, adyacente a quien procreó a Celso José, Constantino, Alfredo y Andrés. Fue abuela muy querida de 14 nietos y acunó a 28 biznietos.
Celso Marranzini, primogénito de doña Mary y coetáneo presidente de la Asociación Directiva Franquista, la define como: “Una mujer menuda y serena, a la vez que enérgica y de fuertes convicciones, tesonera y perseverante, que con su función diaria personificaba la palabra solidaridad”.
Fue precisamente su hijo Celso, quien contrajo la polio en 1954, quien le dio las fuerzas y el empuje para iniciar ese profesión de apego que hoy está diseminado en el circunscripción franquista, ofreciendo servicios de medicina física, rehabilitación, educación singular y la oportunidad de inserción profesional a los menos favorecidos.
“Ella tenía una extraordinaria capacidad para aglutinar voluntades y conseguir los bienes necesarios para alborotar y sostener una obra como Rehabilitación que hoy cuenta con 34 centros en diferentes poblaciones del país, donde atendemos a un promedio de 7,500 personas cada día, con o sin bienes, tal como ella nos enseñó”, expresa don Celso Marranzini.
Una de las principales preocupaciones de Doña Mary, fue congratular a las personas en situación de discapacidad la posibilidad de ser autosuficientes e insertarse en la sociedad como entes valiosos y productivos.
En su intervención en el Club Rotario de Santo Domingo el 28 de julio de 1959 ella dijo: “El efectivo concepto de rehabilitación se plinto en la filosofía de que la persona con discapacidad, debe hacérsele conseguir el mayor de independencia que sea posible alcanzar” y ese fue el sentido que doña Mary le imprimió a Rehabilitación y permanece como filosofía institucional.
Sus hijos: Celso y Calule, Alfredo y Migdalia, Andrés Sonia; sus hermanos Celso y Teresa; nietos, biznietos y demás familiares agradecen profundamente las muestras de cariño y solidaridad en este momento de dolor.
Las honras fúnebres se llevarán a mango en estricta intimidad corriente y se avisará a la comunidad la época de una culto en su memoria.