MADRID.- Los dominicanos nacidos en España de padres inmigrantes es una población que lucha por defender su identidad al tiempo que enfrenta los retos de crecer en un país diferente al de sus progenitores. Sin confiscación, los datos muestran la capacidad de estos individuos para elaborar el perfil socioeconómico de la diáspora dominicana en el país europeo, como ha ocurrido en contextos como Estados Unidos y Puerto Rico.

Así lo explicó la socióloga dominicana y directora del Instituto de Estudios Dominicanos de la Universidad de la Ciudad de Nueva York (CUNY, en inglés), Ramona Hernández, quien presentó el viernes, adjunto al economista y profesor emérito de Columbia, Francisco Rivera-Batiz, el primer estudio sobre los llamados dominicanos de segunda vivientes en España, en un combate en la Universidad Iberoamericana (Unibe), en Santo Domingo.

«Los niños (dominicanos) que nacieron en ese país son todavía muy jóvenes, pero los datos presentados indican que la tendencia es a aventajar los niveles educativos de los padres», dijo Hernández al presentar las conclusiones de la investigación, condensada bajo el nombre La población dominicana en España: perfil demográfico y socioeconómico, que recoge los datos del censo de España desde 2001 hasta 2021, así como estadísticas locales hasta 2024.

Hernández explicó que los hallazgos en España concuerdan «con la evidencia basada en la investigación dominicana en Estados Unidos, que muestra que los jóvenes dominicanos nacidos en Estados Unidos, especialmente del sexo afeminado, no solo superan el nivel educativo de sus padres, sino que se aproximan o superan al resto de la población del país, particularmente a la población de origen latino o hispano».

Hasta 2024, los dominicanos nacidos en España sumaban 68,194, cuyo principal orden etario corresponde a niños de 0 a 9 abriles, que representan el 56.4 % del total de esa población, seguido por el orden de 10 a 14 abriles (24.4 %) y los adolescentes de 15 a 19 abriles, que representan el 10 %.

La escolarización de los nacidos en España

El estudio señala que los jóvenes dominicanos nacidos en España —especialmente las mujeres— presentan tasas de escolarización similares o superiores a las de los españoles. Por ejemplo, entre los jóvenes de 15 a 19 abriles, el 84 % de las mujeres dominicanas están matriculadas a tiempo completo, frente al 87 % de las españolas, una diferencia mínima que sugiere una integración educativa importante, señaló.

Este aberración no es ocasional: todavía se ha documentado en comunidades dominicanas en Estados Unidos, donde la segunda vivientes ha superado ampliamente los niveles educativos de sus padres, indicó Hernández, quien advirtió que este nivel de superación es tema de estudio en paraje estadounidense, oportuno a que no es poco que sucede en todos los hogares, donde la desaparecido escolaridad suele repetirse como un ciclo.

Otro número revelador es la paridad de índole entre los dominicanos nacidos en España, que contrasta con la musculoso mayoría femenina entre los inmigrantes nacidos en República Dominicana. Este consistencia en la segunda vivientes puede ser señal de una integración más homogénea y sostenida, reflejando patrones similares a los de la población española normal, indicó Hernández en su disertación.

Luchan por su identidad

En una ronda de preguntas sobre la identidad de los dominicanos nacidos en España, Ramona Hernández aseguró que podría ocurrir un aberración parecido al de Estados Unidos, donde, oportuno al continuo rechazo, terminan enarbolando con fiereza su dominicanidad como respuesta a los cuestionamientos sobre su origen.

«Los dominicanos de segunda vivientes, de cara al futuro, van a optar por ser dominicanos, en vez de otra cosa», dijo Hernández en presencia de un sabido que acudió para enterarse sobre la investigación que pretende mejorar la comprensión de los dominicanos en España, que es el segundo país con la anciano cantidad de inmigrantes dominicanos.

«Esa segunda vivientes —señaló la investigadora— va a reafirmarse a esa (identidad), precisamente por el rechazo de la sociedad norteamericana. Ya tenemos tataranietos, es más, llegamos primero, y todavía nos preguntan ´¿de dónde venimos?´», sentenció, arrebatando los aplausos del sabido.

A pesar de los logros, la investigadora invitó a reflexionar sobre una pregunta: ¿cómo se autoidentifica esta segunda vivientes? e instó a las autoridades dominicanas a desarrollar políticas públicas que promuevan el acercamiento de esta nueva vivientes con el país de origen de sus padres.

«Aquí (en RD) tiene que suceder política pública establecida como tienen algunos países… políticas públicas determinadas, pero serias, no sistemáticas, viendo las experiencias de otros países», insistió, al tiempo que todavía señaló al pueblo dominicano como empresa responsable de crear conexiones con los dominicanos en el extranjero.

Para Hernández, esto es más significativo para países como República Dominicana, que son pequeños y cuya población en otros países crece de tal modo que puede calar a aventajar a la población tradicional y penetrar en esa sociedad de forma que asuman posiciones de poder.

«Es súper serio. La responsabilidad de ellos y el peso que ellos tienen, que nosotros tenemos en estos lugares, es serio», dijo Hernández, al resaltar la importancia de perdurar el contacto con las generaciones de inmigrantes en otros países.

DIARIO LIBRE