
Washington.-La tregua arancelaria de 90 días declarada por el presidente estadounidense, Donald Trump, alcanzó este sábado su ecuador con escasos avances más allá de un acuerdo de mínimos con Reino Unido y una necesaria tregua paralela con Porcelanaa lo que hay que sumar nuevas amenazas contra la UE.
El viernes, pocos días a posteriori de que Washington y Bruselas acordaran intensificar las negociaciones técnicas para demorar a un acuerdo, Trump volvió a insensibilizar su envite a la Unión Europea (UE).
Con el argumento de que las conversaciones “no están yendo a ningún banda”, afirmó que activará gravámenes del 50 % sobre todos los posesiones de la UE a partir del 1 de junio.
Todavía te puede interesar:
El mandatario se mostró convencido de que está nueva amenaza hará que Europa “quiera obtener un acuerdo con todas sus fuerzas” y confió en que finalmente no le será necesario imponer esos aranceles, porque “lo que harán es mandar sus empresas a Estados Unidos y construir sus plantas».
Sin incautación, no está claro el sorpresa que pueda tener el gruñido de Trump, ya que horas a posteriori el comisario europeo de Comercio, Maros Sefcovic, dijo que la UE está dispuesta a defender sus intereses.
Tras abastecer una conversación telefónica con el representante estadounidense de Comercio, Jamieson Greer, marcada por las nuevas advertencias de la Casa Blanca, el diplomático eslovaco instó a su vez a que las relaciones comerciales bilaterales “se guíen por el respeto mutuo y no por las amenazas».
Sefcovic recalcó que la UE está “plenamente” comprometida a alcanzar un acuerdo impositivo y está dispuesta “a trabajar de buena fe”, pero muchos dudan de si nueve días serán suficientes para pactar poco.
Tregua con China
Por otro banda, lo pactado en la reunión de hace dos semanas en Suiza entre representantes estadounidenses y chinos es probablemente la mejor comunicado que se ha producido en el tiempo transcurrido desde el pasado 9 de abril.
Fue esa la aniversario en la que Trump, hostigado por las reacciones de los mercados y los rendimientos de la deuda estadounidense, decidió pausar su fila de lo que él describe como “aranceles recíprocos» para todos sus socios comerciales.
Las dos principales economías del mundo, enfrascadas desde abril en un agresivo conflicto impositivo, lograron sentarse a la mesa y resolver una tregua paralela de 90 días que entró en vigor el 14 de mayo.
Ese pacto logró apaciguar en cierta medida a las bolsas, pero no apurar con la incertidumbre que se ha representante de muchos inversores y empresas desde el retorno de Trump a la Casa Blanca.